El número dos del alcalde, el berciano Manuel Cobo, presentará una lista alternativa
Guerra abierta entre Ruiz-Gallardón y Aguirre por el control del PP de Madrid
La presidenta de la comunidad acusa al regidor madrileño de querer chantajearla
El enfrentamiento larvado y siempre desmentido entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón se convirtió ayer en una guerra abierta entre ambos por el control del PP de Madrid. El anuncio del berciano Manuel Cobo, el número dos del alcalde, de que presentará una candidatura alternativa a la encabezada por la presidenta de la comunidad, en la que se incluirá el alcalde, supuso el inicio de las hostilidades de cara a la opinión pública. Pero el desencuentro venía de lejos, desde que el pasado verano Aguirre inició una ofensiva para provocar la renuncia de Pío García Escudero al frente del partido, que éste oficializó el martes, y sustituirle en el cargo. Aguirre denunció ayer lo que calificó como una «imposición, chantaje o amenaza» por parte de Gallardón por tratar de que aceptara a Cobo como secretario general en su lista. Esa fue la condición que puso el regidor madrileño para formalizar una candidatura única, de consenso, de cara al congreso regional que tendrá lugar a finales de noviembre. Ante la negativa de la presidenta, Gallardón le anunció que su vicealcalde anunciaría al día siguiente que se presentaba. Todo esto sucedió en el curso de una cena muy tensa celebrada el miércoles. Fuentes próximas a Gallardón aseguran que su interlocutora le dijo: «Estás acabado». Algo que niegan los partidarios de la presidenta, que afirman, al contrario, que el alcalde acusó a Aguirre de ser «muy carca». Gallardón no evitó ayer el cuerpo a cuerpo al asegurar que Aguirre no tiene el «mismo espíritu centrista y profundamente liberal» de Cobo. Este último explicó ayer que Aguirre estuvo dispuesta a integrar a «alguno de nosotros» en su lista, pero que eso no era suficiente. Dijo que su intención era lanzar este mensaje: «Esperanza, en política no se puede ocupar todo el espacio». La mano derecha de Gallardón denunció que la presidenta se había «quitado de enmedio» a García Escudero. Asimismo, afirmó que el alcalde había descartado encabezar la candidatura porque quería dedicarse al ayuntamiento y a «estar cerca» de Rajoy para ayudarle a ganar las elecciones. Y advirtió a Aguirre de que no haya «ningún chantaje ni imposición a ningún afiliado y mucho menos desde las instituciones».