La Guardia Civil arresta a otros dos presuntos etarras en el País Vasco

Agentes de la Guardia Civil arrestaron ayer a otros dos presuntos etarras en sendas redadas simultáneas en la localidad vizcaína de Ugao-Miraballes y en San Sebastián. Fuentes de la investigación apuntaron que las detenciones serían los flecos que el miércoles quedaron sueltos durante la operación que permitió detener a cinco posibles terroristas en la capital guipuzcoana, Irún y Pamplona. Las fuentes de la investigación consideraron que todos ellos son personas captadas recientemente por la dirección de la banda terrorista, dispuestas a hacer lo que fuese requerido, y podrían haber formado en breve un grupo de apoyo o un comando para la comisión de atentados. Alguno de ellos pudo ser captado directamente por Pedro María Alcantarilla o por su mujer Lourdes Urdanpilleta. Los detenidos ayer son José Luis Beotegi Ibáñez de Opakua, un etarra histórico de 55 años con residencia en Miraballes, y Ascensión Canellada Larraioz, de entre 45 y 50 años, con domicilio en el barrio donostiarra de Bidebieta. Beotegi estuvo vinculado a ETA en la década de los ochenta y fue uno de los 40 miembros de la organización terrorista a los que las autoridades francesas expulsaron entre 1984 y 1987 a países africanos o suramericanos. El etarra fue uno de los diez terroristas que estaban en Argelia en 1989 cuando se produjeron las negociaciones entre la dirección de la banda y el Gobierno español, que terminaron en fracaso y con la deportación de los etarras a Cabo Verde. El detenido permaneció deportado en el país africano hasta 1996, cuando en unión de otros terroristas volvió a Francia para regresar más tarde a España al no tener causas judiciales abiertas. Fue detenido sobre las 15:00 horas. Prácticamente a la misma hora fue arrestada en San Sebastián Canellada. La policía la condujo a su casa del paseo Julio Urkijo, donde realizaron un registro durante 45 minutos. Los agentes abandonaron la casa con la detenida y también con varias cajas. El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ordenó ayer el ingreso en prisión de Pedro Alcantarilla, el camionero detenido el domingo pasado en Burgos, por considerar que es miembro de ETA y autor de un delito de depósito de armas y explosivos. El magistrado señala en el auto de prisión que Alcantarilla transportó armamento para abastecer a comandos desde 1998, facilitó nombres de personas que podían ser captadas por ETA, suministró información para acciones terroristas e incluso propuso varios atentados a la dirección de la banda armada. El detenido se negó a prestar declaración ayer ante el juez aunque sí lo hizo ante la Guardia Civil.