Entrevista de trabajo y a visita a un cura tras asesinar a las jóvenes agentes

Pedro Jiménez García acudió al menos a una entrevista de trabajo y visitó al párroco que tiene asignado desde la prisión horas después de que presuntamente cometiera el doble crimen. Fuentes de la investigación han informado a Efe de que Jiménez tenía programadas la tarde del martes varias entrevistas laborales, que al menos se presentó a una de ellas, y que posteriormente visitó a un párroco, cuya cita también había pactado previamente, aprovechando su permiso carcelario. En prisión desde los 16 años por delitos de robo, abusos deshonestos y dos violaciones, una en grado de tentativa, sumó la pena máxima, 30 años en el antiguo Código Penal, después de que violara a una mujer en El Prat durante un permiso de seis días. «Psicópata sádico» Además, ayer el prestigioso psiquiatra y forense José Antonio García Andrade calificó de «psicópata sádico» al autor de los asesinatos de dos mujeres policías en Bellvitge y dijo que «se recrea en el sufrimiento y dolor de los demás». En declaraciones a Efe, García Andrade señaló que sea quien sea el asesino se trata de un hombre con personalidad sádica, y opinó que habría que considerar la posibilidad de que los crímenes hayan sido cometidos por más de una persona. Señaló que «este tipo de personas necesitan crecerse y el mejor signo de poder es disponer de la vida del otro, como un poder de los dioses». Redención y novia cubana Jiménez García redimió un total de 3.685 días de cárcel (poco más de 10 años) gracias a trabajos y a buen comportamiento del total de la pena que tenía que cumplir. Asimismo, un funcionario que prefirió guardar su anonimato explicó que su comportamiento en la prisión era «excelente» y que era «un hombre muy tranquilo». Estuvo siguiendo un tratamiento denominado SAC para los internos condenados por agresiones sexuales. En el año 99 pidió ayuda a la administración para que intercedieran ante Cuba y pudiera venirle a ver su «prometida».