Diario de León

El alcalde de Madrid responde a las advertencias realizadas por el secretario general

Gallardón le recuerda a Acebes que es Rajoy el que marca la línea del partido Trashorras pudo enseñar el uso de explosivos a los terroristas del 11-M

El regidor: «Si ganamos el congreso, lo gana Cobo, si lo perdemos, lo pierdo yo»

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Alejandro Pisilio - madrid redacción
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La división en el seno del PP de Madrid está afectando igualmente a la cúpula del partido. Ayer le tocó el turno de réplica al alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, cabecilla de uno de los grupos que ha creado la polémica, que lanzó una dura andanada al secretario general de la formación conservadora, Ángel Acebes. «No ha habido ninguna toma de postura ante las dos candidaturas por parte del presidente del partido, y para mí, quien marca el criterio del partido es, lógicamente, el presidente, Mariano Rajoy», afirmó Gallardón en respuesta a las advertencias de Acebes sobre que en el PP prima el partido por encima de los personalismos. El regidor madrileño quisó dejar bien claro a quien obedece: «Al margen de lo que otros hayan podido decir, la máxima autoridad del partido, el recién elegido presidente, como no podía ser de otra forma, lo que hace es respetar la voluntad de los militantes». Y para resaltar a quien se refería, Gallardón anadió: «Que haya habido compañeros de partido, incluso alguno con responsabilidades, que hayan podido hacer distintas inter-pretaciones es algo que tienen que contestar ellos, pero lo importante en nuestro partido es el comportamiento del máximo dirigente, y ahí ha habido respeto absoluto por la democracia interna». El primer edil de Madrid también tuvo palabras que no dejaron en buen lugar a su rival por el poder en el PP regional, Esperanza Aguirre, a la que recomendó que apoyara la candidatura del vicealcalde, Manuel Cobo, ya que tendría más posibilidades de volver a ganar las próximas elecciones autonómicas. «La primera interesada -señaló Gallardón-en que Cobo gane este Congreso sería Aguirre, porque sus posibilidades como candidata a la Comunidad en el 2007 serán muy superiores si el partido lo preside Cobo que si lo preside ella». Preguntado sobre por qué no se presenta él como aspirante a presidir el partido en la región en lugar de hacerlo Manuel Cobo, el alcalde precisó: «Si ganamos el Congreso, lo va a ganar Cobo; pero si lo perde-mos, lo pierdo yo». Nuevas réplicas Conocidas estas declaraciones, no pasaron mucho minutos sin respuesta de Aguirre, por boca de su consejero de Empleo y Mujer, Juan José Güemes. Éste destacó que la presidenta representa con claridad «los principios de centro reformista y liberal con los que el PP ha ganado las elecciones». Incidió sobre la herida originada por Acebes: «Lo que todo el mundo sabe en Madrid y en España es que probablemente no hay otra persona en política que represente mejor el personalismo que Ruiz-Gallardón». Todas estas declaraciones no hacen sino dividir todavía más al PP madrileño. El juez del Olmo levantó ayer parte del sumario del 11-M, y lo ha remitido a la comisión de investigación. En él se revelan datos como que, según los documentos aportados por la Guardia Civil, no se descarta que Trashorras fuera el encargado de entrenar a los terroristas en el manejo de explosivosm, según informaba anoche la cadena Ser. Según estos documentos, Trashorras y Jamal Ahmidan, El chino , intercambiaron cerca de 100 llamadas telefónicas desde el 20 de enero de 2003 hasta dos días después de los atentados. Estas llamadas se realizaron en su mayor parte desde teléfonos móviles, y desde una cabina cercana al domicilio particular del ex minero. La Guardia Civil considera que la relación de Suarez Trashorras con los terroristas era comercial, basada en el intercambio de hachis por dinamita, pero no descarta que el minero tuviera una implicación mayor, e incluso fuera el encargado de entrenar a los terroristas en el manejo de los explosivos. Los datos ponen de relieve que el ex minero tuvo un número importante de bajas laborales, y consiguió en octubre del 2002 la jubilación anticipada por padecer esquizofrenia paranoide. No hay datos reales que permiten saber cuanta dinamita se robó. Calculan que alrededor de 300 kilogramos, de los que por lo menos 50 kilos no han aparecido. Lo que sí parece extraerse de los informes es que el control sobre las minas fue bastante escaso o nulo, porque los depósitos no tenían vigilancia y la propia Guardia Civil reconoce que se podrían haber abierto con cualquier llave falsa ye staban vigilados por seis perros atados.

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