La Guardia Civil sabía antes del 11-M que un asturiano tenía los explosivos

La Guardia Civil sabía, antes de los atentados del 11 de marzo, que un traficante asturiano, Antonio Toro, quería vender 150 kilogramos de dinamita goma dos que tenía en su poder y, sin embargo, no le detuvo. Así consta en el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado fechado en febrero y que el Gobierno hizo llegar a la comisión parlamentaria de investigación para que lo analizara en sesión a puerta cerrada. «El informe de la UCO no tiene desperdicio», exclamó exultante el comisionado del PP Vicente Martínez-Pujalte a la salida de la reunión. El diputado sostuvo que el documento de la Guardia Civil contradice «desde la primera línea» las declaraciones prestadas por mandos de este cuerpo ante el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, que sostuvieron que nunca tuvieron constancia de que un tráfico de explosivos a gran escala en Asturias. La Fiscalía General del Estado justificó asimismo que no se abriera una investigación porque el Ministerio Público en Asturias nunca recibió indicios de las fuerzas de Seguridad que ameritasen iniciar las pesquisas. Pujalte aseguró que, a la luz del informe remitido por el Gobierno, el conocimiento de la UCO sobre la cantidad de 'goma dos' en manos de Toro «era clarísimo». Este minero, cuñado del confidente José Emilio Suárez Trashorras, está imputado en el sumario abierto por el juez Del Olmo por su vinculación con la trama que se cree que vendió los explosivos al comando. El portavoz del PSOE en la comisión, Álvaro Cuesta, denunció que «el 11-M se estaba preparando ante las mismas narices del Gobierno del PP» y no hizo nada por evitarlo. El PP, por su parte, asegura que hubo negligencia en la Guardia Civil, algo que no se puede achacar a su gobierno.