El Gobierno ve peligrar su plan de diálogo

Tras este incidente y la consecuente petición de explicaciones del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a la embajadora de Cuba en Madrid, Isabel Allende, es más que probable que el régimen castrista reaccione de manera adversa al plan de diálogo. A eso se suma el hecho de que, junto a Moragas, fueran expulsadas de La Habana la jefe del grupo liberal-demócrata en el Parlamento de Holanda, Boris Dittrich, y su colega democristiana, Kathleen Ferrier, que como él pretendían mantener un encuentro con destacados dirigentes de la oposición como el líder del Movimiento Cristiano de Liberación, Oswaldo Payá. La furiosa reacción del Gobierno holandés, que preside este semestre la Unión Europea, augura poco éxito para la estrategia de Zapatero, que ya cuenta de por sí con el recelo de muchos socios, entre ellos, Francia. Actitud condescendiente En España, además, el Ejecutivo socialista se ha encontrado con el rechazo frontal del Partido Popular. Tanto es así que, a pesar de la llamada a consultas de la embajadora Allende, distintos dirigentes de la formación aprovecharon el episodio del sábado para echarle en cara la actitud «condescendiente» hacia Cuba. El propio Moragas aseguró que su expulsión se debía a al «diálogo unilateral» que, según él, mantiene el Gobierno con el régimen cubano al margen de sus colegas comunitarios.