Caos, colapso y mucha paciencia

¿A NADIE se le ocurrió pensar que los leoneses irían al centro comercial en su coche? Será que no, porque de lo contrario, no su hubiera visto la imagen de León ayer, una ciudad totalmente atascada en la que las colas de los vehículos recorrían de punta a punta de la ciudad. Ni los nuevos accesos ni el Paseo de Salamanca ni Eras de Renueva fueron suficientes para absorber el tráfico. De hecho, muchos habían vaticinado que las nuevas glorietas, realizadas aprovechando el milímetro cuadrado, no serían suficientes para regular el tráfico en los mayores días de afluencia. Y eso fue lo que ocurrió ayer. El colapso fue total. Desde la Junta, era imposible llegar al centro comercial; por San Ignacio de Loyola la cola llegaba desde El Crucero hasta Espacio León y la carretera de Caboalles soportó colas de kilómetros. Además, la línea contínua de esta carretera no exitía para el 99% de los conductores. Sin contar, el laberinto en el que se convirtieron las rotondas de San Juan de Dios o las de Gutiérrez Mellado. Quizá abría que adecuar los accesos a la vanguardia y modernidad de un centro como Espacio León.