El congreso quiere ser un referente frente a la exclusión y la pobreza

El congreso que hoy se desarrolla en León pretende ser un «referente del Año Iberoamericano de la Discapacidad», en el que se quiere poner de manifiesto que la situación de las personas con discapacidad en Latinoamérica se caracteriza «por la exclusión social más severa, la pobreza, la discriminación y la ausencia de igualdad efectiva de oportunidades». Con la conmemoración del año iberoamericano sobre discapacidad se pretende pues que los «gobiernos adopten políticas públicas enérgicas y ambiciosas» y se considere como un factor de acción en todos los programas y planes de desarrollo. Otros retos son situar a la persona con discapacidad como titular de derechos y establecer un sistema integral de protección de las familias. «Pobreza y discapacidad son dos realidades que mutuamente se alimentan» puesto que la primera genera y agrava las minusvalías, subrayan los expertos que han participado en los programas del año iberoamericano. Desde este foro también se hace hincapié en el hecho de que la discapacidad «es una realidad social y personal plural, diversa y distinta», de tal manera que dentro de los grupos de población con discapacidad «hay unos determinados que soportan niveles de exclusión lacerantes» como es el caso de las mujeres con discapacidad, las personas con discapcidad de poblaciones indígenas, inmigrantes o minorías étnicas, personas con pluridiscapacidad, niños y niñas con discapacidad y personas con discapacidad que no pueden representarse a sí mismas. Las personas con discapacidad que habitan en el medio rural o las que viven más apartadas de los centros de influencia social y económica «suman sobre sí además del factor de exclusión de la discapacidad otros concurrentes que -subraya- multiplican los efectos de discriminación y marginación». El año iberoamericano ha puesto de manifiesto, por otro lado, que el movimiento asociativo presenta todavía debilidad.