Alertan de que hay presos islamistas dispuestos a inmolarse en las cárceles

El delegado de Acaip en la cárcel de Topas, José Manuel Salvador, asegura que hay «determinados internos que están dispuestos a quitarse la vida», en relación a los presos islamistas. «Esa gente -precisó- ha perdido esa vía y ahora nos tememos que lo hagan en los centros prenitenciarios». Considera que «hay que ser bastante rígidos y estrictos» y cree que los funcionarios de prisiones se la juegan dentros de los centros penitenciarios. Salvador asegura que «hay presiones salvajes» de la dirección hacia los funcionarios que han realizado informes sobre la situación de los presos islamistas en las cárceles españolas. En declaraciones a Onda Cero, José Manuel Salvador aseguró ue «todo lo que se ha descubierto ha sido gracias a los informes de los funcionarios». Denunció que «con todo esto -en referencia a los informes de los funcionarios-, lo que se está haciendo ahora es presionar a los funcionarios, porque entienden que estos informes van contra la institución». Salvador ha revelado que «entre los funcionarios hay psicosis por las presiones que se están recibiendo. La gente ahora es muy reacia a hacer informes». Presiones salvajes Según este sindicalista, en las prisiones «hay presiones salvajes para la gente que ha realizado informes». «Se les ataca -dijo- personalmente, se les llama a los despachos, van por los módulos dando patadas, insultando a la gente, chillando porque hay un chicle en el suelo. Nos van a machacar de alguna manera. Eso lo tenemos más claro que el agua». Añadió que en la dirección general de Prisiones ahora sólo hay un «único traductor de árabe, que hace poco que lo han debido contratar». «Hemos pretendido buscar -añadió- la buena voluntad de otros internos, porque hay presos de esos países que son buena gente y que te ayudan a interpretar a los presos islámicos, porque son jeroglíficos para nosotros». José Manuel Salvador explicó que uno de los integrantes de la célula Mártires por Marruecos, Said Afif, ha sufrido un ataque en la cárcel de Alcalá Meco. Según explicó, «a uno de los internos que han trasladado le han metido papeles por debajo de la puerta y los han quemado». Mohamed Achraf, creador de la última célula, estuvo en la cárcel de Topas, según publicó ayer el diario Heraldo de Aragón , tras ser detenido en Zaragoza en 1999 acusado de delitos de estafa y falsificación de moneda. Tras ser juzgado en Zaragoza, Achraf provocó revueltas contra el director de la prisión salmantina.