Las ayudas por víctimas militares en el exterior se igualan a las de terrorismo

El ministro de Defensa, José Bono, presentará hoy al Consejo de Ministros un proyecto de ley sobre personal militar en misiones en el exterior, que prevé indemnizaciones para las familias de las víctimas de similar cuantía que las que se conceden a las del terrorismo. Bono anunció ayer esta iniciativa en una entrevista con Efe, en la que aseguró que las principales responsabilidades en el caso Yak-42 «no están en los ejércitos», sino «en quienes mandaban y, o no dijeron la verdad, o no se enteraron de la verdad». Confesó que los militares «no están de acuerdo en que los últimos responsables de los errores y negligencias sean los que llevan uniforme, ni con que se les señale con el dedo para intentar culpándoles a ellos, eximirse de culpa quien les acusa». «Son siempre más importantes las responsabilidades de los políticos que mandan que de los militares que obedecen», aseguró Bono. Respondió que quienes comparan el caso Yak con los GAL, en alusión al dirigente portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, acreditan que no tienen argumentos, lo que, en su opinión, significa una asunción tácita de responsabilidades. Por el Yak-42 El proyecto de ley sobre indemnizaciones que llevará Bono al Consejo de Ministros forma parte del conjunto de medidas adoptadas a raíz de las irregularidades y negligencias detectadas en las investigaciones sobre el accidente del Yak-42, ocurrido en Turquía en mayo del pasado año y en el que fallecieron 62 militares españoles. La legislación vigente contempla para los familiares de una persona asesinada por terroristas una indemnización de 138.232 euros. Respecto a la profunda reorganización del Estado Mayor de la Defensa, anunciada la pasada semana, Bono subrayó que pretende mejorar los niveles de eficacia y «sustituir la rutina por la diligencia». Sobre la participación española en misiones internacionales, dijo que el contingente que acaba de llegar a Haití obedece a un mandato de Naciones Unidas y una invitación de los países iberoamericanos, además de suponer una colaboración con Marruecos. Reiteró que ha ordenado el regreso del batallón de 500 efectivos desplegados en Afganistán y señaló que los destinados en Kabul permanecerán bajo las fuerzas multinacionales de la Isaf. Por otra parte, el ministro mostró su preocupación por la profesionalización de los ejércitos por los bajos niveles de reclutamiento registrado en los últimos años, que especialmente afectan a la Armada, que cada año pierde mil efectivos de marinería.