La familia real, una hora de espera con la comida puesta

Los Reyes y los Príncipes de Asturias se vieron obligados ayer a hacer tiempo durante la larga hora que los presidentes autonómicos les hicieron esperar en el Palacio Real con la mesa puesta y sin comensales. Al menos la razón estaba justificada: por primera vez los representantes de todas las comunidades autónomas se reunían con el presidente del Gobierno. La demora era predecible. Cada presidente tenía exactamente seis minutos para hablar. Un tiempo suficiente para el común de los mortales pero no para un político.