El palestino era vigilado en Suiza por ser amigo de Achran, que planeó volar la Audiencia
Huye un islamista vinculado a la célula española detenida por Garzón
La policía española niega falta de coordinación de las fuerzas de seguridad de los dos países
Un segundo sospechoso de actividades terroristas buscado por las autoridades españolas habría escapado de las autoridades helvéticas, que mantienen encarcelado a Mohamed Achraf, el presunto jefe de una célula terrorista desarticulada en España hace poco más de dos semanas, señalaron ayer medios locales. La descoordinación entre los servicios de información helvéticos y españoles, dice el diario ginebrino La Tribune de Geneve , habría llevado a que un hombre conocido como «Salim», un palestino experto en informática y amigo de Achraf, huyese de las autoridades helvéticas. El diario indica que el juez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón indicaba en su orden de detención contra Achraf, que éste habrían tenido contactos con un terrorista palestino que residía en Suiza. Añade que Garzón señala a ese sospechoso como la persona a la que Achraf habría solicitado información sobre cómo hacer explosionar un camión cargado con 500 kilos de explosivos que la célula terrorista desarticulada en España quería colocar a las puertas de la Audiencia Nacional española. Agrega que las autoridades españolas estaban al corriente de los contactos telefónicos entre Achraf y Salim desde el 14 de septiembre, debido a escuchas telefónicas. Pero las autoridades helvéticas, en concreto el Ministerio de Justicia y Policía y su dependiente Servicio de Análisis y Prevención (SAP), subrayaron que tuvieron conocimiento de la situación el 20 de octubre, un día después de que la Policía española desarticulase el grupo dirigido por Achraf desde su celda en Zurich. No hay constancia Sin embargo, la Policía española no tiene constancia de la identidad de este ciudadano palestino. Fuentes de la investigación señalaron que, por esas circunstancias, no consta ninguna orden de detención contra el palestino y aseguraron que la coordinación entre las fuerzas de seguridad de España y Suiza «ha funcionado correctamente». Las fuentes consultadas precisaron no obstante que hay constancia de un encuentro entre una persona conocida con el nombre de «Salim» y Mohamed Achraf en Dusseldorf (Alemania), sin que se haya determinado la fecha en la que se produjo esa conversación. El nombre figura en el auto dictado por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón el pasado 23 de octubre. En esa resolución, el magistrado ordenó el ingreso en prisión incondicional de 17 de los 18 supuestos miembros de la célula islamista, que empezó a formarse entre finales del 2001 y principios del 2002 en la cárcel de Topas (Salamanca) y que iba a atentar contra la Audiencia Nacional. Según Garzón, el líder de la célula, Achraf, «había dispuesto lo necesario para adquirir 1.000 kilogramos de explosivo (Goma 2), de los que utilizarían al menos 500 kilogramos en un camión que empotrarían contra la Audiencia Nacional». La adquisición de los explosivos, según el juez, fue encargada por Achraf al mauritano Kamara Birahima Diadie, a través de un español de etnia gitana del que sólo se sabe su nombre de pila, Antonio, y que se dedica al tráfico de armas y explosivos en la provincia de Almería. En el auto, el juez además detalla que Achraf había iniciado los contactos, a través de una dirección de correo electrónico, con un ciudadano palestino llamado Salim, especialista en electrónica y al parecer residente en Suiza, para que «se encargara de preparar el mecanismo que hiciera estallar el camión-bomba» que provocaría una masacre.