León se convierte por un día en la capital de España y Alemania en el momento de mejores relaciones entre ambos países
Zapatero trae a Schröder a su tierra para volver a las políticas europeístas
La visita del presidente alemán, Gerhard Schröder a León invitado por José Luis Rodríguez Zapatero fue una confirmación de la vuelta de España a las políticas europeístas después de una etapa en la que la política exterior dio prioridad a los pactos estratégicos con los Estados Unidos. Más allá de los acuerdos concretos que se alcanzaron en materias de Defensa, Agricultura y sobre todo de Justicia e Interior, la cubre hispano-germana de León supuso una puesta en escena del clima de entendimiento que existe entre los dos gobiernos y de su firme voluntad por comenzar a construir una política exterior europea. «Las relaciones entre España y Alemania nunca han pasado por un momento mejor que éste y hay razones para ello -destacó el canciller- y una de las más importantes es que el presidente Zapatero convence por su franqueza y su disposición al diálogo. Ha redefinido el papel de España en la Unión Europea y resulta fácil hablar con él», aseguró. En este clima de buen entendimiento, los gobiernos de ambos países sentaron las bases de lo que debe ser la Europa ampliada desde dos puntos de partida bien distintos: el de Alemania como el principal contribuyente a los presupuestos europeos que quiere rebajar su aportación hasta el 1% del PIB, y la condición de España como uno de los receptores de los fondos de cohesión comunitarios que aspira a no perder estos recursos de repente con la incorporación a la Unión de países con mayores necesidades. Ambos mandatarios reconocieron que en los dos próximos años será necesario un gran esfuerzo negociador para alcanzar un acuerdo que concilie estos intereses en principio divergentes, aunque se mostraron convencidos de que lo lograrán: «Quiero agradecer a Schröder la aportación de su país a la cohesión europea, porque la prosperidad que viven países como España se debe en gran medida a la contribución de países como Alemania», destacó en este sentido Zapatero. Pacto de estabilidad flexible Como primer paso, el canciller Schröder se llevó ayer de León el apoyo del Gobierno español a una de las principales aspiraciones alemanas en la futura política económica europea, como es la de aflojar el corsé presupuestario que suponen para los estados miembros las exigencias de contención de déficit público del Pacto de estabilidad. Los presidentes de ambos países reconocieron que la UE precisa de unas reglas comunes, pero Schröder reclamó un mayor grado de flexibilidad de estas directrices para que los estados miembros tengan autonomía a la hora de reaccionar ante cada situación concreta, y que a su juicio actualmente están limitando las posibilidades de crecimiento económico de su país. «Es conveniente para la economía de la UE que la economía alemana vaya bien», dijo Zapatero en este sentido. El amigo americano Zapatero también mostró el interés de España por sumarse al eje franco-alemán en política exterior y de Defensa, voluntad que fue aplaudida por el canciller Schröder. Sobre las relaciones con los Estados Unidos tras la reelección del presidente George W. Bush, el presidente del Gobierno español se refirió a la primera potencia mundial como un amigo y un aliado, y en este sentido mostró su deseo de mantener unas relaciones de cordialidad con independencia de que las posturas de ambos gobiernos no coincidan en materia de política internacional: «Las relaciones entre buenos amigos se demuestran especialmente cuando hay discrepancias», señaló. «Impresiona cómo aquí se resalta el papel de la sociedad civil; se entiende la política como diálogo» «Se abre una nueva etapa de decisiones, y no de discusiones, en el seno de la UE» «El presidente Zapatero ha redefinido el papel de España en la Unión Europea» GERHARD SCHRÖDER Canciller de Alemania «La prosperidad de países como España se debe a la aportación de países como Alemania» RODRÍGUEZ ZAPATERO Presidente del Gobierno español