El consejero de Agricultura y Ganadería asegura que el sector agroalimentario debe absorber aún más población activa
Valín pone en manos de las industrias de transformación el futuro del campo
El consejero de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León recurrió al ejemplo de franceses y alemanes para señalar el trayecto que le queda al campo leonés hasta abandonar los índices de retraso que presenta ahora. José Valín, que analizó esta situación al inaugurar las jornadas que sobre el futuro de la industria agroalimentaria en la provincia leonesa organiza Diario de León en colaboración con Caja Duero, estima oportuno seguir la senda del mundo occidental, sofisticado hasta para reconvertir sus propios recursos: «Francia o Alemania, presentan índices de ocupación de población activa rural en la industria de transformación agroalimentaria que ronda el 14%; y son fuertes productores con un 2% de población dedicada a la agricultura. Hay un campo de desarrollo que debemos explorar más, que es el del sector de la transformación; lograr un trasvase de población activa del sector primario a la transformación». Así concluyó el consejero de agricultura el análisis de su intervención ante la cuestión que planteaba el epígrafe de la primera jornada de debate sobre el futuro del campo -«¿Una agricultura sin agricultores?»- y que concitó la presencia notable de todos los estamentos del sector. «Producimos más de todo; de leche, de carne, de cereales; hasta de hortalizas; registramos un crecimiento sostenido de entre el 4 y el 5%; y cada vez con menos ganaderos y agricultores; siempre pendientes de una reestructuración continua del sector agrario porque el consumo no crece de forma paralela», razonó Valín al trasladar al campo de la comunidad los problemas del resto de la Unión Europea que justifican las ayudas directas, o la discriminación positiva. En contra de anuncios de recortes drásticos en la aportación, el representante del gobierno autonómico ofreció una versión más suave, a modo de mensaje tranquilizador para la mayor parte de la audiencia, involucrada en algún proceso de producción agraria: «Se van a mantener hasta el 2013, pero yo creo que Europa no va a dejar de regular el campo; o bien, como ha hecho hasta ahora, con ayudas directas, o como hizo hace unas décadas, con intervención en los precios. Más que ayudas, creo que es una regulación del sector en forma de discriminación positiva. Y así va a seguir siendo porque el sector agrario es fuente de seguridad y dependencia estratégica». A este respecto, José Valín fue categórico a la hora de defender el modelo de ayudas desacopladas de la producción, una de las dos posibilidades que debate la Unión Europea, y que comparte con sindicatos y organizaciones agrarias. «La Junta cree en el profesional agrario, en una agricultura muy estructurada en Castilla y León», definió el político antes de volver a la oportunidad del desarrollo industrial como eje dinamizador de la producción agraria. «La Junta tiene registrados en estos momentos mil millones en ayudas para mejoras y maquinaria de transformación agroalimentaria; este territorio superó los 360 millones en exportaciones de productos derivados de la agricultura. Nosotros creemos que lo importante es que esa inversión esté repartida en el territorio». Los datos de bonanza relatados por Valín no permiten, sin embargo, el éxito en el relevo generacional. «Igual es que no sabemos transmitir, ni nosotros ni los medios, los datos positivos del campo», precisó.