«Producirán las empresas agrarias»

Habla un sociólogo que en el año 83 ya había puesto en circulación una publicación sobre la estructura poblacional y agraria leonesa. «Para saber si un censo es sano basta con que disponga de un 10% de la población de más de 65 años; y un 25% de menos de 15. En el año 1991, León ya contaba en su estructura poblacional con un 20% de más de 65 años». Los registros se han agravado hasta límites insospechados. Aquel estudio que Prisiciliano Cordero del Campillo sacó a comienzos de la década de los 80 enseña una reacción que auguraba un futuro como el que ahora define al campo leonés: «Los agricultores se mostraban contrarios a los regadíos porque no había hijos, descendientes jóvenes, dispuestos o interesados a trabajar las tierras». El joven leonés no tiene mentalidad de seguir en el campo. «La agricultura está condenada a vivir sin agricultores; vamos a la tendencia de California; allí hay empresas agrarias».