Defensa prepara un protocolo de identificación de soldados muertos

El Ministerio de Defensa prepara un nuevo procedimiento a aplicar en caso de nuevos accidentes o muertes violentas de soldados en el extranjero para que no haya dudas sobre su identificación y evitar que se repitan errores como los cometidos en la crisis del Yak-42. La Subsecretaría de Defensa prepara un protocolo inspirado en los que utilizan países aliados como Estados Unidos, Francia y Alemania, con más experiencia en estas cuestiones. Defensa ha constituido un grupo de trabajo que analiza la legislación civil española y las normativas de otros países, al objeto de redactar un informe que deberán presentar al ministro, José Bono, antes de fin de año. Si el Gobierno lo aprueba, el contenido de ese dictamen se plasmará después en una norma, que entrará en vigor el año próximo. El objetivo es que cuando se entregue un cadáver a una familia no haya ninguna duda de que se trata de los restos que corresponden a su allegado. Fuentes de Defensa señalaron que los especialistas analizan con atención especial el procedimiento del ejército de Estados Unidos. El ejército estadounidense jamás entrega un cuerpo si no han transcurrido al menos quince días desde que se produjo el fallecimiento. En ese tiempo, se somete el cadáver a tres pruebas de ADN, una en el lugar de la muerte y las sucesivas en bases de tránsito o en territorio nacional. Si todas coinciden, el cadáver se envía a la familia, y si no, se abre una nueva investigación, hasta que no haya dudas.