«No hemos tenido problemas de racismo, sino sólo de abusos»

Según los responsables de UGT, el incremento de la población inmigrante no ha generado hasta ahora en León problemas de racismo, ni siquiera desde los atentados que en 11-M traumatizaron a todo el país. «Por lo menos a nosotros no nos ha llegado ninguna queja de los trabajadores que vienen de fuera ni tenemos constancia de que hayan tenido ese tipo de problemas sus mujeres o sus hijos, por ejemplo en los colegios». De acuerdo con las mismas fuentes, la avalancha de inmigrantes hace, sin embargo, que este riesgo no sea descartable en el futuro, especialmente teniendo en cuenta lo ambiguo de la normativa que pretende aplicar el Gobierno. «Digamos que es una especie de espada de Damocles que pende sobre todos», en opinión del responsable de la oficina de inmigración de UGT, Angel Cueto. Hasta ahora, sin embargo, las únicas quejas que plantean al sindicato los inmigrantes de origen, por ejemplo, islámico o magrebí son las mismas que todos los demás: «los clásicos abusos en los salarios o en los horarios de trabajo».