De Francisco y el PP rubrican el pacto municipal en el Hotel Cortes de León

No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Esto fue lo que debieron pensar los concejales no adscritos del Ayuntamiento de León, José María Rodríguez de Francisco y Covadonga Soto, y el presidente del grupo municipal del PP, Mario Amilivia, cuando en la mañana de ayer se personaron en el Hotel Cortes de León para dejar firmado el pacto municipal, que el sábado había anunciado De Francisco en un desayuno con periodistas y que servirá para sacar de la alcaldía al socialista Francisco Fernández. El lugar escogido: un hotel situado a las afueras de la capital, donde un domingo por la mañana apenas hay y pasa gente; el día: el inmediatamente siguiente al anuncio, para evitar posibles maniobras de última hora que pudieran dar al traste con un acuerdo que, una vez anunciado, ya parecía firme; y los testigos: los justos, en el encuentro estuvieron presentes, además de los firmantes -De Francisco y Mario Amilivia-, Covadonga Soto, el presidente de la Diputación Provincial, Javier García-Prieto; el portavoz municipal del PP, Francisco Saurina; y el concejal, Ángel Valencia. El encuentro duró poco más de una hora y se cerró a las puertas del hotel con un apretón de manos y una sonrisa entre Rodríguez de Francisco y Amilivia. Acto seguido, y tras tratar de evitar la presencia del fotógrafo del Diario de León, algo que consiguió el fundador de la UPL con una salida precipitada de su coche -aunque le dio tiempo a saludarle, eso sí, desde dentro-, se dirigieron hacia la oficina del notario de guardia, José María Sánchez Llorente, donde, según ha podido saber este periódico, De Francisco, Covadonga Soto y Ángel Valencia registraron el documento del pacto. Así, los tres cerraron una ajetreada mañana, brindando en una céntrica cafetería de la capital leonesa -muy cercana a la oficina del notario- con un buen vino; es de suponer que del Bierzo o de Tierras de León, aunque este extremo no está confirmado. Todo apunta a que hoy será de nuevo un día movidito, aunque está claro que el lugar ya no será, en ningún caso, un hotel o una cafetería o un notario.