El cuerpo de Jesús Mariano Piñán había sido inhumado en lugar de otro militar de Madrid
Defensa entrega a la familia las auténticas cenizas de un leonés muerto en el Yak-42
La comisión judicial viajó a Polvoredo para exhumar los restos enterrados con su nombre
Las cenizas de uno de los dos militares leoneses fallecidos en el accidente aéreo del Yakolev-42, en Turquía, Jesús Mariano Piñán, fueron depositadas ayer por su familia en el cementerio de Polvoredo (León), de donde fue exhumado el cuerpo de otro militar que fue enterrado por error en este lugar. Según informaron a Efe fuentes de la funeraria Serfunle, encargada de participar en las tareas de exhumación y traslado de este cadáver a Madrid, familiares de militares fallecidos se desplazaron a este cementerio, situado en la Montaña Oriental Leonesa. Hasta el camposanto también acudieron un médico forense madrileño, un juez y un médico de esta comarca leonesa, que realizaron, bajo la vigilancia de cuatro agentes de la Guardia Civil, las labores de exhumación del militar enterrado, cuya identidad aún está pendiente de determinar. Se da la circunstancia de que los restos mortales de esta persona fueron enterrados el pasado mes de mayo del 2003 bajo la creencia de que correspondían al militar leonés Jesús Mariano Piñán, si bien las investigaciones posteriores establecieron que el cadáver era el de otra víctima del accidente aéreo de origen madrileño. Por este motivo, varios familiares de Piñán, de 36 años, procedieron a depositar en Polvoredo, la localidad de origen de sus padres, las cenizas ya identificadas del militar, que inicialmente podrían haber sido intercambiadas entre sí con los restos mortales del militar madrileño, si bien este extremo deberá ser ratificado mediante nuevas pruebas de ADN. Con este objetivo, el cadáver exhumado en este camposanto leonés fue trasladado hasta el cementerio madrileño de La Almudena, donde será sometido a un nuevo examen de identificación. Tras viajar ayer a León, Pontevedra y Burgos, la comisión se desplazará hoy a Zaragoza para recuperar otros tres féretros y, en días posteriores, irá a Barcelona, Valencia, Murcia, Albacete, Cáceres y Madrid. El pasado 18 de noviembre la juez que investiga las posibles irregularidades en la contratación del avión siniestrado y los errores en las identificaciones mandó desenterrar los cuerpos mal identificados y depositarlos en las cámaras frigoríficas del cementerio madrileño de La Almudena, donde quedarán bajo custodia policial. Cuando todos los restos hayan sido trasladados a la capital, especialistas del Instituto de Toxicología realizarán nuevas pruebas forenses y de ADN para determinar de forma científica y definitiva a quién pertenecen.