«El turismo vendría bien si hubiera carretera a Asturias»

El turismo rural sería una alternativa nada despreciable a la alternativa agraria de la comarca de Cármenes, según el teniente de alcalde Gonzalo Gonzalez, una vez desaparecidas las pequeñas minas de carbón y canteras del entorno, después de las cuales sólo quedan unas pocas explotaciones ganaderas con carácter residual, las subvenciones comunitarias de la Pac y las pensiones de jubilación. También legan el primevera, junto con los veraneantes, algunos rebaños de vacas y ovejas de la trashumancia, que a primeros de noviembre también se han marchado. El problema es cómo compaginar el invierno con el simple hecho de no hacer nada, lo que conduce a la desertización definitiva de los pueblos. Según González, «el turismo rural nos vendría muy bien, pero el problema es que seguimos sin comunicación con Asturias a través del puerto de Piedrafita, que sigue sin asfaltar desde hace décadas a falta de ocho o diez kilómetros». Según algunas asociaciones ecologistas sería un error hacerlo, porque con ello se amenazaría a la escasa población de urogallos que queda al otro lado de la «raya» de Asturias, aunque para la parte de acá quede aún menos gente. Los lugareños aseguran que no les queda más remedio que tomarse a broma este tipo de argumentos: Paulino, el de Campo, sube a menudo hasta lo alto del puerto con unos prismáticos para recrearse en lo que ve para la parte de Asturias y otro Gonzalo González, el padre del concejal de Cármenes, del mismo nombre, dice que también allí hay árboles y urogallos que merecería la pena conservar. La zona vale para el turismo rural, pero a ninguno de los tres les hace caso «ni dios», según ellos,