El presidente aplaza un viaje a Moscú para responder sobre Moratinos
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha decidido suspender el viaje que tenía previsto hacer mañana Moscú para poder asistir a la sesión de control en el Congreso de los Diputados y responder a la pregunta que el presidente del PP, Mariano Rajoy, le hará sobre las polémicas declaraciones sobre Venezuela del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Hasta el momento, Rodríguez Zapatero no ha querido valorar las declaraciones de Moratinos en las que acusó al anterior Gobierno de respaldar el intento de golpe de Estado en Venezuela en el año 2002. Lo hará el miércoles en el Congreso, a pregunta de Rajoy, y horas después de que el propio Moratinos dé sus explicaciones en la Cámara Baja. El líder del PP pedirá al presidente del Gobierno que aclare qué va a hacer ante la crisis abierta por su ministro de Asuntos Exteriores. Sin datos en el Senado Moratinos compareció en la Comisión de Asuntos Iberoamericanos del Senado y, aunque Venezuela no era el tema central y el ministro no quería hablar de este asunto, se acabó apoderando del debate. Ante la insistencia de los portavoces del PP, Moratinos aseguró que «las acciones es lo que queda, no las declaraciones», aunque las explicará en el Congreso porque es «importante» clarificarlas. «Yo no sé si hubo muchos ministros en el pasado que dimitieron por acciones», añadió. «El miércoles tendrán todos oportunidad de escuchar mis clarificaciones y explicaciones», reiteró Moratinos. Su negativa irritó a los portavoces del PP, que de forma obstinada -tres senadores populares intervinieron en el debate- le exigieron que explicara sus manifestaciones. El ministro les contestó que en la vida política son más importantes que las declaraciones «las acciones», porque «es lo que queda». «Y yo no sé si hubo muchos ministros en el pasado que dimitieron por acciones», señaló en referencia a la actuación del anterior Gobierno. El senador del PP Dionisio García Carnero subrayó que sus manifestaciones son «intolerables» y su comportamiento «indigno» porque sirve más a intereses «partidistas» que al trabajo de un jefe de la diplomacia.