Un horizonte que se termina en el año 2015

La fecha límite para que las instalaciones puedan cumplir individualmente los valores máximos de emisión de previstos es el 1 de enero del 2008. Si no lo hacen las empresas, será el estado el que tenga que establecer un plan nacional de reducciones. En España la aplicación de esta directiva europea ha sufrido un importante retraso, en parte motivado por el fuerte incremento del consumo de electricidad registrado en los últimos años. Aún así, la Administración central, previa consulta a las comunidades autónomas, deberá establecer un plan nacional de reducción de emisiones que establezca las cuotas anuales como muy tarde en esa fecha. Quedan excluidas las instalaciones que se comprometan (en teoría este año) a mantener sus instalaciones en funcionamiento menos de 20.000 horas operativas a partir del 2008 y, como muy tarde, hasta el 31 de diciembre del 2015.