Una producción casi residual, pero apta para el autoconsumo
Comparada con la producción industrial de la ganadería de porcino la modesta aportación de las matanzas domiciliarias apenas representa una gota en el mar de las explotaciones leonesas. Según las estadísticas de la Junta, la media de sacrificios diarios se aproxima a tres mil animales en los mataderos municipales y privados, que, por sí solos, acapararían en menos de una semana toda la venta de los productos caseros del cerdo «si se pudieran vender». Estadísticas aparte, la tradición de las matanzas caseras es la que sanitariamente más preocupa a los responsables de la Junta por su propia dispersión y por la ausencia de controles que era habitual en ellas. De hecho, casi el 100% de los análisis se realizan por veterinarios privados y «colaboradores» y no por técnicos de la Junta.