Interior ordena máxima vigilancia sobre el uso de explosivos en las minas de León

«Es una preocupación prioritaria evitar que se puedan producir nuevas irregularidades teniendo en cuenta lo sucedido» JOSÉ ANTONIO ALONSO, ministro del Interior Las empresas mineras e industriales que almacenan y utilizan explosivos se encuentran en máxima alerta desde que ayer el Ministerio del Interior diese la orden de intensificar el control para evitar situaciones como la trama asturiana de tráfico de explosivos, que pudo desencadenar los atentados del 11-M. Según los datos que maneja la Administración, en León existen cinco polvorines, algunos de ellos con capacidad para 425.000 kilogramos de material de alta sensibilidad, además de los denominados minipol que muchas minas y pizarreras tienen cerca de las explotaciones para guardar los explosivos sobrantes, puesto que este tipo de empresas casi siempre son abastecidas diariamente en función de su actividad. Interior ha decidido extender a todo el territorio nacional la campaña de inspecciones en minas puesta en marcha el pasado noviembre en el Principado para controlar el uso y el consumo de explosivos. El departamento de José Antonio Alonso ha remitido instrucciones a todas las delegaciones del Gobierno para que, cuanto antes y con el apoyo de sus técnicos de Industria, pongan en marcha los controles sorpresa en el interior de todas las explotaciones de España. Asturias como precedente Alonso justifica esta campaña por el riesgo de que bandas armadas puedan conseguir explosivos de uso industrial. El ministro recuerda que es «una preocupación prioritaria de Interior evitar que se puedan producir nuevas irregularidades en el control de explosivos, especialmente teniendo en cuenta situaciones anteriores que permitieron acceder a este material por parte de grupos terroristas». Esta nueva iniciativa de Interior viene a completar otras medidas puestas en marcha por la Subdirección General de Operaciones de la Guardia Civil para «intensificación del control sobre las fábricas, depósitos, transportes y consumo de explosivos», sobre todo en las minas asturianas de donde salió la goma dos utilizada en los atentados del 11-M. Con grupos de élite Hasta ahora, este tipo de inspecciones pormenorizadas, incluidas los interiores de las explotaciones, sólo se estaban realizando en Asturias. A finales del pasado noviembre, la Dirección General de la Guardia ordenó el envío al Principado de miembros de sus grupos de élite para redoblar los controles sobre el uso civil de explosivos en esta comunidad. Estos agentes están integrados en un equipo de apoyo que también tiene como misión ayudar a la investigación de las posibles tramas de venta de goma dos en el Principado, incluida la red que facilitó la dinamita plástica a los terroristas del 11-M. El Ministerio del Interior recordó ayer que esta campaña de inspecciones no es la única medida adoptada por el Gobierno tras detectar la existencia de un mercado clandestino de venta de explosivo en Asturias del que se surtieron los activistas islámicos. Nuevo fichero policial El pasado 27 de octubre la Guardia Civil creó un sistema de intercambio de información en materia de armas y explosivos. Un fichero en el que se volcarán todos los datos referidos «al tráfico y depósito ilegal de armas de fuego y explosivos», así como las informaciones sobre amenazas de uso de armas nucleares, radiológicas, biológicas y químicas (NRBQ). Junto a estas medidas operativas, el Gobierno pretende aprobar un paquete de medidas legislativas para aumentar el control de explosivos: perfeccionamiento de los Libros-Registro de movimientos y consumo; reforma del Reglamento de Explosivos y del Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad Minera; y aumento de las penas a quienes trafiquen con explosivos.