La desprotección legal hace perder aLeón miles de fósiles únicos en elmundo

La recolección indiscriminada de fósiles y su venta en muchos casos clandestina en mercados ambulantes está originando que, año tras año, los recursos geológicos de la provincia de León, unos de los más destacados de Europa, sean expoliados y sólo en los mejores casos son expuestos en distintos centros científicos y educativos de España y del extranjero. «Para contemplar una de las colecciones más destacadas de León hay que visitar la Universidad de Münster», señala la geóloga de la Universidad de León Esperanza Fernández Martínez, quien denuncia que la desprotección en esta materia, motivada en gran medida por el vacío legal existente y la permisividad de las administraciones públicas, «está empobreciendo los yacimientos leoneses, situación que impide que esta provincia sea un centro de referencia paleontológico mundial». A pesar del olvido de las administraciones, este singular patrimonio no ha pasado inadvertido. «Podemos asegurar que actualmente la provincia en un punto geológico de interés nacional», asegura Esperanza Fernández. Diversas facultades de Geología como las de Madrid, Salamanca, Oviedo, Barcelona, Granada, Valencia o Zaragoza llevan años incluyendo como una parada obligada dentro de sus planes de estudios los yacimientos de León. La falta de un catálogo de puntos de interés geológico y paleontológico impide en la práctica, asimismo, la conservación y protección de estos parajes que cuentan con elementos excepcionales en el mundo. Este es el caso de la villamanita, un mineral grisáceo con destellos matálicos que sólo puede encontrarse en el entorno de Cármenes. «La accesibilidad y calidad de sus yacimientos y la belleza de sus fósiles atraen cada año a centenares de investigadores, estudiantes, comerciantes, coleccionistas y aficionados», recalca Fernández. A la cola de España Esta situación no es una casualidad, ya que Castilla y León se encuentra en los últimos puestos de España en divulgación y conservación de su patrimonio geológico, muy por detrás de Aragón, Asturias, Baleares, Cataluña, Madrid o Valencia, que desde hace una década cuentan entre sus figuras de protección con la denominada Zona Paleontológica (ZP) para regular de forma específica los objetos de interés paleontológicos. La riqueza de la provincia se extiende también al suelo, ya que León es, junto a Navarra, Burgos y Palencia, la provincia con una mayor diversidad y riquezas en este sentido. «Esta realidad no impide que se se sigan cogiendo los fósiles que en la mayoría de los casos se pierden», indica. «Los restos paleontológicos empiezan un camino que les lleva a casas de particulares y centros de enseñanza, donde, al carecer de indicadores de procedencia, pierden su valor acabando muchas veces en la basura». En otras ocasiones, su trayecto es más largo. Vendidos en mercados clandestinos y escogidos por investigadores «se almacenan en sótanos y sólo en los mejores casos se exponen en los museos de universidades europeas», asegura la investigadora. Este es el caso del yacimiento de Colle, donde sus inconfundibles fósiles se exhiben en museos de Historia Natural de toda Europa, mientras en León no existe un museo específico donde se puedan recoger y enseñar los fósiles. Este panorama un tanto desolador no ha frenado a cuatro investigadores de la Universidad de León (ULE), donde actualmente no hay todavía la titulación de Geología, que llevan 25 años estudiando y retratando la historia geológica de toda la provincia, ofreciendo un testimonio único sin apenas medios. Desde el centro académico piden un mayor apoyo y concienciación social porque «la importancia de los yacimientos no sólo radica en en su valor científico y educativo, sino que son un patrimonio natural y representan uno de los principales recursos económicos todavía sin explotar dentro de la provincia leonesa».