Los minoritarios aceptan la versión del presidente
Los interrogatorios amables de los grupos minoritarios sirvieron a José Luis Rodríguez Zapatero para apuntalar todos sus argumentos sobre la existencia de una única línea de investigación tras los atentados del 11 de marzo. Nadie puso en cuestión la versión que el presidente del Gobierno ofreció sobre la actuación del anterior Ejecutivo entre el 11 y el 14 de marzo. Quizá por eso, el espíritu crítico de los parlamentarios se centró casi en exclusiva en uno de los temas estrellas de la jornada: el pacto entre todas las fuerzas parlamentarias para combatir el terrorismo islámico. En el breve capítulo de recriminaciones hubo también una llamada de atención del representante de CiU, Jordi Jané, para que desde la Presidencia del Gobierno se controle la filtración de documentos a los medios de comunicación. El diputado catalán recordó que, en los meses que lleva trabajando la comisión de investigación, los comisionados han visto con asombro cómo la prensa manejaba datos que ellos mismos desconocían; buena parte de ellos destinados a contrarrestar las tesis del Partido Popular sobre la relación entre la banda terrorista ETA y el islamismo radical. Rodríguez Zapatero admitió las filtraciones y aseguró que ha dado ya «indicaciones» a sus subordinados para que se «extremen» todas las garantías de control sobre los documentos oficiales. «Tomo nota -dijo el presidente- pero quiero dejar constancia de que eso no tiene nada que ver con la opacidad informativa; el Gobierno ha dado a esta comisión toda la información de que disponía al límite de sus posibilidades legales e incluso un poco más allá. Especialmente fácil para el presidente fueron las preguntas y observaciones de Izquierda Unida y del Grupo Mixto que optaron por dejar «en bandeja» las respuestas del jefe de Gobierno. El recién reelegido líder de IU, Gaspar Llamazares, insistió en la tesis de la «minusvaloración» de la amenaza islamista y a Rodríguez Zapatero le bastó con asentir y confirmar que durante los tres años del Pacto Antiterrorista sólo una vez el anterior Ejecutivo les habló de Al Qaida. La diputada Uxue Barkos, por su parte, tampoco se esmeró en poner contra las cuerdas al compareciente. Hizo incapié en la «imprevisión» ante el riesgo de un ataque.