Los etarras, cuando van a atentar, no se relacionan

El PP cree que debe investigarse la «coincidencia» de que ETA robara el coche que luego utilizó en el atentado de Santander en el callejón donde vive Suárez Trashorras, el ex minero y confidente policial que vendió los explosivos a los terroristas islamistas. Zapatero presentó un informe de la Comisaría General de Información que concluye que «no existen pruebas que permitan ni siquiera sospechar posibles conexiones». Primero, porque durante su última etapa ETA no ha utilizado en sus atentados dinamita que no fuera titadine de la sustraída en Francia. Segundo, porque los miembros liberados de ETA cuando entran en España a atentar trabajan en células cerradas que no mantienen relaciones con nadie. Tercero, porque las investigaciones posteriores a la desarticulación del comando Egoitz eta Hodei no hacen sospechar contactos.