Francia asestó al grupo un duro golpe al detener a 15 miembros
La policía francesa asestó el pasado mes de abril, al tiempo que la policía española desmontaba el núcleo del comando que ejecutó el 11-M, un duro golpe a la estructura del GICM, con la desarticulación de su célula principal en el país vecino y la detención de 15 terroristas. La operación tuvo continuación en junio pasado, con el arrestó de otros cuatro islamistas. El grupo había robado un millón de euros de un furgón de transporte de caudales, botín del que sólo se han podido recuperar unos 40.000 euros que estaban en manos de un terrorista argelino. Para ejecutar la segunda fase de la redada fue determinante la información que ofreció Italia derivada de las escuchas telefónicas y ambientales realizadas a Rabei Osman El Sayed, Mohamed el Egipcio -uno de los presuntos cerebros del 11-M-, pues la célula francesa del GICM intentaba proporcionarle financiación para cometer los atentados que tenía planeados. La misma investigación italiana sobre El Egipcio, que terminó con su detención en Milán, fue clave para que, también en junio, las autoridades belgas detuviesen a otros 15 presuntos miembros del GICM, que se cree que preparaban junto a este veterano y peligroso terrorista atentados en legaciones diplomáticas europeas. A Rabei Osmán El Sayed los servicios policiales le encuadran en el grupo terrorista Yihad Egipcia, también integrado en Al Qaida. Relaciones No obstante, el ex combatiente afgano mantiene magníficas relaciones con miembros de los Combatientes Marroquíes, como ya demostró en los preámbulos del 11-M, con su integración en la célula fundada en Madrid por el GICM, que fue la base de las masacres de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia. Otra operación de importancia fue la desarrollada entre octubre y noviembre pasado en Holanda con motivo del asesinato de Van Gogh. La policía holandesa arrestó a seis terroristas -entre ellos el autor material, Mohammed Bouyeri- y Baltasar Garzón encarceló en España al marroquí Abdeladim Akoudad.