La policía no descarta que la documentación incautada permita desencadenar nuevas redadas
El Haski quería en Lanzarote el cuartel general de los terroristas
El líder abandonó la base de operaciones centroeuropea tras las detenciones de 50 islamistas
La detención el viernes en Lanzarote de Hassan El Haski, el presunto jefe máximo del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) para Europa, puede haber impedido que la organización terrorista estableciese en la isla canaria el cuartel general desde el que coordinar y asistir a las células islamistas repartidas por el continente, según informaron fuentes antiterroristas. El Haski decidió abandonar la tradicional base de operaciones de la banda terrorista en los países del centro y norte de Europa -principalmente Francia, Bélgica y Holanda- después de sufrir en el último medio año continuas desarticulaciones de comandos en estos tres países, operaciones en las que cayeron al menos unos 50 de sus miembros, algunos de ellos de notable importancia. El GICM es una de las organizaciones salafistas más radicales, está asociada a la red mundial de Al Qaida y se sospecha que está detrás de los atentados de Casablanca -mayo 2003-, del 11-M en Madrid y del asesinato del director de cine Theo Van Gogh, el 2 de nombre pasado, en Ámsterdam, entre otras acciones. Colaboración de otros países La investigación realizada por la Comisaría General de Información, que culminó el viernes con el arresto de El Haski y de otros tres importantes miembros del GICM, contó con la colaboración de los cuerpos policiales de otros países, principalmente de Francia y Bélgica, cuyos agentes seguían desde hace meses la pista del jefe terrorista, del que se tenía constancia que visitaba y se comunicaba con radicales islamistas de todo el continente. Durante estas visitas, el líder islamista marcaba objetivos, coordinaba los planes en marcha, cohesionaba ideológicamente a las células, aportaba nuevos miembros y suministraba documentaciones falsas y financiación. El alcance de la operación de Lanzarote está aún por determinar. De hecho, los investigadores de varios países europeos esperan expectantes los datos que puedan surgir del estudio de la documentación incautada -cartas y archivos informáticos- y de los cuatro interrogatorios. Las fuentes consultadas no descartan que puedan surgir pistas para desarrollar nuevas redadas en sus territorios -células durmientes u operativas- e información sobre planes en marcha para atentar. Las indagaciones se completarán el próximo martes, con el paso a disposición de los jueces de la Audiencia Nacional de los detenidos, que les interrogarán y ordenarán su ingreso en prisión.