Peces-Barba promete defender la «especial dignidad» de las víctimas

Gregorio Peces-Barba se comprometió ayer, tras tomar posesión como alto comisionado para las víctimas del terrorismo, a permanecer cercano a los afectados por los atentados y a defender su «especial dignidad». En el acto, celebrado en la Moncloa, el presidente del Gobierno le encomendó la tarea de remover todos los obstáculos con los que se encuentran las víctimas. El nuevo comisionado dejó claro que su principal objetivo será proteger a los afectados por el terrorismo y permanecer cercano a ellos. Para escuchar sus demandas y tenerlas en cuenta en la institución que a partir de ahora dirigirá, Peces-Barba se reunirá antes de que termine el año con el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo y con la de la Asociación de Víctimas del 11-M. En el acto, pidió «el respeto que merecen» y el reconocimiento de la dignidad especial que tienen quienes sobreviven a un intento de asesinato o sufren la muerte de un ser querido en un atentado «de imposible explicación». Peces-Barba agradeció a Zapatero el encargo y se comprometió a «hacer lo posible por facilitar las cosas» a las víctimas. Por ejemplo, a buscar soluciones a los procedimientos complicados u ofrecer al Gobierno propuestas de modificaciones legales o reglamentarias que cubran las necesidades de los afectados. Pero en lo que más hincapié quiere hacer es en dialogar de forma continua con las víctimas para que éstas sientan su cercanía. Por los Derechos Humanos En su nombramiento, el rector de la Carlos III, impulsor y activo participante de los cusos de verano que la universidad que dirige organiza cada año en Villablino, recordó que su trabajo siempre ha estado vinculado a la defensa de los derechos humanos y que cuando fue ponente de la comisión encargada de redactar la Constitución española tuvo un especial intervención en el Título I, el relativo a los derechos y libertades. Por este motivo considera que la propuesta de Zapatero para que se ocupe ahora de la atención y el apoyo a las víctimas del terrorismo supone pedirle seguir haciendo lo mismo «pero desde otra perspectiva». El jefe del Ejecutivo, que presidió la toma de posesión, subrayó que el alto comisionado va a ser la persona más cercana a las víctimas y que la institución que dirigirá será la encargada de remover todos los obstáculos con los que éstas se encuentran, de «liberar toda la energía de la administración» en su favor y en facilitarles toda la ayuda que precisen. Definió a Peces-Barba como el «profesor y hombre bueno dedicado a defender los derechos humanos» del que aprendió que el mayor valor que tienen las personas después de su propia vida son los derechos que ostentan. Por ello le consideró la persona adecuada para «dignificar la memoria de las víctimas y con ello la de toda la sociedad».