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Los «exploradores» militares se lanzan a la tarea de reconocimiento de los puntos estratégicos

El Ejército vigila estaciones, calles, centrales nucleares y aeropuertos

Interior ordena a todas las comisarías actualizar los listados de objetivos

Un equipo de rastreadores registra un coche cerca de la estación de metro Príncipe Pío de Madrid

Publicado por
M. SáizPardo/ C. Calvar - madrid
León

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El plan antiterrorista de Navidad ya está en marcha y con él decenas de miles de policías, guardias civiles y militares en las calles. El Ejército de Tierra inició ayer el despliegue de los 1.500 soldados diarios que destinará para proteger las zonas que le han sido encomendadas, según informaron fuentes del Ministerio de Defensa. Las instrucciones de la Secretaría de Estado para la Seguridad -que coordina el operativo- a las Fuerzas Armadas han sido precisas: los militares se ocuparán de la «seguridad perimetral» de los principales centros de transporte del país (aeropuertos y estaciones) y de vigilar los alrededores de potenciales «objetivos estratégicos» como centrales nucleares y eléctricas y gaseoductos. Efectivos de la Fuerza de Maniobra del Ejército de Tierra fueron los primeros en ser enviados a lugares como las estaciones de Chamartín y Atocha, en Madrid, y a los aeropuertos de Barajas y Manises (Valencia) para iniciar las vigilancia y preparar la llegada del resto del contingente. Defensa, que también dispuso efectivos para la vigilancia de las centrales nucleares, ha redoblado este miércoles el número de soldados que hasta ahora participaban en la operación Romeo-Mike concebida para revisar a diario las vías del AVE. Controles aleatorios Mandos del operativo explicaron que el trabajo encomendado a los soldados será preventivo y disuasorio, sin «apenas contacto con la población», ya que la zonas de despliegue son, en su mayoría, despobladas. La presencia militar será «casi imperceptible» para los ciudadanos y, en ningún caso, las Fuerzas Armadas harán controles en zonas de gran afluencia. Estas tareas de control han sido encomendadas principalmente a la Policía Nacional: 28.500 funcionarios de este cuerpo, la mitad de la plantilla, han sido destinados desde ayer a este operativo. Su misión también está definida de manera muy clara. Ayer los policías se dejaron ver en controles aleatorios en las principales arterias de los grandes núcleos de población; en vigilancias en el interior y en los accesos de aeropuertos, puertos, estaciones de tren, metro y autobuses; y en la protección de las zonas comerciales y acontecimientos multitudinarios. El peso del despliegue que comenzó ayer en el Cuerpo Nacional de Policía lo llevan las Unidades de Intervención (UIP, antidisturbios), que también se encargan de los controles en las fronteras. Además, el plan antiterrorista cuenta con miembros de las brigadas provinciales de Seguridad Ciudadana, Guías Caninos, Caballería, Tedax y Subsuelo. La inmensa mayoría de los efectivos de la Comisaría General de Información también está de guardia, buena parte de ellos dedicados al control de pisos de alquiler en ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia. La Guardia Civil, que ha destinado a 36.800 personas al operativo, tiene como principal misión la vigilancia en las carreteras para localizar posibles desplazamientos de terroristas o explosivos. Agentes de la Agrupación de Tráfico, Seguridad Ciudadana, Unidades Espaciales y Reserva intensificaron también los controles sorpresa en las vías de acceso a la grandes capitales y las inspecciones de vehículos en carreteras secundarias de las comunidades de Madrid, Andalucía, País Vasco, Navarra, Valencia, Aragón y Castilla y León, principalmente. En los despachos también la actividad ha comenzado a ser frenética. Por lo pronto, la Secretaría de Estado para la Seguridad ordenó a todas las comisarías de policía y las comandancias de la Guardia Civil que actualicen los listados de posibles objetivos terroristas en sus demarcaciones, habida cuenta de que esta Navidad, por primera vez, la amenaza también es Al Qaeda. Además, según informó el Ministerio del Interior, el plan antiterrorista incluye órdenes a todas la delegaciones y subdelegaciones del Gobierno para que remitan diariamente un informe sobre «las medidas de coordinación, despliegue y resultados» en sus provincias y comunidades.