Tres mil agentes y funcionarios, sin descanso
El delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, explicó ayer que 3.000 funcionarios y efectivos de la Guardia Civil trabajaron desde la madrugada del pasado día 26 de diciembre para paliar los efectos del temporal de nieve en la región y aseguró que la situación «ya se ha normalizado en las carreteras de León y Palencia mientras que en las de Burgos se están dando salidas a los coches particulares». Por otra parte, Alejo explicó que tres pueblos de la Comunidad permanecían aislados y sin luz en las provincias de Burgos, Soria y León y matizó que estuvieron «trabajando con la Junta, las diputaciones y la Guardia Civil para que se pudieran restablecer los servicios de luz y pudieran acceder las brigadas de las correspondientes compañías eléctricas». Se trataba de las localidades de Villacidaño (León), Castrillo en Burgos y Albeida (Soria). Además del personal empleado para solventar las retenciones y congestiones de tráfico a costa de la nieve, durante el día 26 y la jornada de ayer se emplearon 507 máquinas y camiones quitanieves dependientes del Gobierno central, la Junta de Castilla y León, los ayuntamientos y las diputaciones que se pusieron en marcha al activarse el plan de emergencia. Miguel Alejo también explicó que durante la operación del domingo se repartieron «4.750 comidas entre las personas atrapadas por la nieve» y que la situación que atravesaban las carreteras de la Comunidad «se fue anunciando en los 443 paneles electrónicos que la DGT tiene en la red principal de carreteras, en los que también se avisó de los tramos cortados, los que necesitaban cadenas y el estado de los puertos de montaña». Por último, Alejo anunció una reunión «para analizar como se solventó la situación y analizar los errores que se cometieron».