Batasuna «presta» los votos clave para sacar adelante el plan Ibarretxe

Batasuna tenía la llave y la usó a favor del plan Ibarretxe. Arnaldo Otegi, el portavoz de Sozialista Abertzaleak, anunció que tres de sus seis diputados respaldarían la propuesta de reforma estatutaria no porque estuvieran de acuerdo con ella sino porque querían dar un «sí a Euskal Herria, a la autodeterminación y a un gran acuerdo que permita superar el conflicto». El proyecto, en consecuencia, fue aprobado con 39 votos a favor y 35 en contra, con lo que consiguió la mayoría absoluta y será remitido a las Cortes para su tramitación. El lendakari Juan José Ibarretxe anunció que este mismo jueves se pondría en contacto con el presidente del Gobierno para abrir una «negociación inmediata». La sorpresa entre los escaños de las fuerzas del acuerdo tripartito que sustenta al Gobierno vasco fue mayúscula y se entremezclaron las sensaciones de satisfacción, por la aprobación, con las de frustración, porque todo el diseño de la campaña para las elecciones autonómicas de la primavera, centrado en el plan Ibarretxe, se venía abajo. Pasmo en la tribuna El lendakari sonrió, pero sus labios compusieron una mueca helada. El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, salió de estampida de la tribuna de invitados. Otegi esperó a acabar su primera intervención en defensa de la enmienda a la totalidad de su grupo contra el plan Ibarretxe para desempaquetar su regalo de fin de año. Fijó el peaje de su apoyo. «No tienen 39 votos para pactar un nuevo Estatuto», dijo al lehendakari y los partidos de su Gobierno. «Tienen 39 votos -aclaró- para buscar una solución al conflicto, y si gestionan esta mayoría para volver a hacer lo que hicieron hace 25 años (negociar el Estatuto de Gernika) nos van a tener enfrente y van a prolongar años el conflicto». Otegi se regodeó en la suerte y hurgó en el pasmo nacionalista. «Les hemos cambiado el guión» porque el PNV, Eusko Alkartasuna y Ezker Batua-IU «venían al pleno a iniciar la campaña electoral para conseguir la mayoría absoluta sin Batasuna en la campaña», comentó en una milimétrica lectura de los planes de los partidos del tripartito, cuyos dirigentes reconocieron los días anteriores sin ambages que el plan Ibarretxe iba a ser su eje de la campaña para las elecciones autonómicas de la próxima primavera porque, argüían, lo previsible era que el proyecto fuera derrotado en la votación de este jueves. Otegi prosiguió: pensaban los nacionalistas e IU que iban a una campaña contra «los de la 'independentzia' (Batasuna), los fachas (el PP) y los del botijo (PSE)», pero ese libreto «se ha alterado». Rebajó un poco el tono para lanzar una oferta a todos los grupos, salvo al Popular, consistente en «entender que hay un pueblo, una nación, una comunidad nacional que tiene derecho a decidir». Ése, apuntó, «debería ser el inicio de un gran compromiso nacional». El presidente del Gobierno vasco tomó la palabra al final del pleno para anunciar que iba a llamar a continuación a José Luis Rodríguez Zapatero para abrir «un proceso de negociación inmediata». El trámite que se abre ahora pasa por la publicación del proyecto de ley de reforma estatutaria en el Boletín Oficial del País Vasco y su consiguiente remisión al Congreso.