Los socialistas creen que la Constitución garantiza la integridad y descartan un frente antinacionalista
El PSOE rechaza la oferta del PP de un acuerdo por la unidad de España
Rajoy planteará a Rodríguez Zapatero una respuesta a los desafíos autonómicos La
La aprobación del plan Ibarretxe en la Cámara vasca parece haber cogido desprevenidos a Gobierno y PP, que tienen grandes dificultades para dar una imagen de unidad frente al desafío del lendakari. El PP anunció ayer que su líder, Mariano Rajoy, ofrecerá al presidente Zapatero, durante su próxima visita a Moncloa, un «gran acuerdo» que sirva para «garantizar y fortalecer la unidad de España y el modelo de Estado». Sin embargo, el PSOE tardó pocas horas en rechazar ese acuerdo por innecesario, porque aseguran que la Constitución garantiza la integridad de España y por dar una imagen de frente antinacionalista que el Gobierno quiere evitar. El secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, fue el encargado de anunciar la oferta de acuerdo. Explicó que el pacto estaría destinado no sólo a dar respuesta al plan Ibarretxe sino también a propuestas similares que puedan producirse en el futuro, con la vista puesta en Cataluña. Desde el PP se asegura que la necesidad de este pacto es aún mayor debido a la debilidad en la que se encuentra el Gobierno por las presiones que, según los populares, sufre por parte de sus socios. Elorriaga se esforzó en destacar la coincidencia entre el Gobierno y el PP en la oposición al plan Ibarretxe y el apoyo a la Constitución europea mientras el propio Gobierno mantiene una discrepancia «ra-dical» con sus actuales socios en ambos asuntos. El PP cree que sólo con un gran acuerdo entre los dos grandes partidos «que representan a la inmensa mayoría de todos los españoles» se puede dar estabilidad al modelo de convivencia que se acordó en 1978. La secretaria de Politica Local y Autonómica, Soraya Sáenz de Santamaría reprochó a Zapatero su negativa a recurrir ante los tribunales el plan Ibarretxe y aseguró que el Ejecutivo tiene «mecanismos suficientes» para frenar el plan en este momento «sin tener que recurrir a ulteriores medidas» que, a su juicio, no serán necesarias. Rajoy pretende plantear a Zapatero la necesidad de que no se despenalice la convocatoria ilegal de referéndums y de que se mantenga la ley que en su día aprobó el Gobierno del PP. El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, agradeció al PP la actitud de apoyo al Gobierno que mantiene en este asunto, pero le advirtió que su partido no aceptará «exigencias que lleven a cometer errores del pasado».