Lagun Air asegura que no busca dinero y sólo reclama un aeropuerto operativo

«Tenemos dinero, pero aunque dispusiéramos de 25 millones de euros, invertirlos en León en la situación actual sería tirarlos». Con estas palabras resumía ayer la situación de Lagun Air el vicepresidente de la compañía, el berciano Juan José Canedo, que asegura que la solución no pasa por obtener ayudas públicas o inversiones financieras externas, sino por conseguir las concesiones y servicios que se les prometieron como inminentes cuando decidieron instalarse en León y que considera que son las que cualquier operador puede obtener con normalidad en otros aeropuertos españoles. Canedo quiere además dejar claro a la sociedad leonesa que la decisión de cierre del consejo de administración de Lagun Air es para disolver la compañía, y en ningún caso para seguir con la actividad en otra ciudad. «Sería una liquidación, y se pagaría la indemnización máxima de 45 días por año trabajado a todos los trabajadores respetando su antigüedad; no se trata de un expediente de regulación, con lo que está claro que hay dinero y que nos iremos sin deber nada a nadie», aseguró. Sobre las posibilidades de replantearse la decisión de liquidar la empresa, su vicepresidente es escueto: «Las condiciones que se tienen que dar están claras, pero sinceramente, hay muy poco tiempo». Juan José Canedo asegura que con los resultados operativos de Lagun Air, la empresa sería operativa en condiciones de normalidad, y son los gastos extraordinarios derivados de las trabas que reciben por parte del aeropuerto los que acaban con su presupuesto. «Si por un retraso de diez minutos el aeropuerto cierra y un avión tiene que desviarse a Asturias, hay que contratar un autobús que traiga el pasaje a León, pagar el hotel de la tripulación, hacerles que madruguen para ver si pueden volver a León al día siguiente, y en caso contrario, pagar a otro autobús», explica. Esto es algo habitual en el Aeropuerto de León por su horario de cierre estricto y demasiado temprano y por la ausencia de los sistemas que permiten operar con mal tiempo, pero hay otros gastos muy elevados derivados de la imposibilidad de contar con un permiso para construir un hangar en La Virgen del Camino. «Tenemos todas las certificaciones necesarias y a los técnicos capacitados para realizar el mantenimiento de nuestros aviones, pero la falta de hangar nos obliga a hacerlas en Inglaterra, lo que supone pagar a una empresa externa y tener parada a una tripulación tres o cuatro días, con gastos de traslado y hotel», lamenta. Canedo asegura que el mantenimiento anual de sus cuatro aviones le cuesta a Lagun Air 3,5 millones de euros, cuando con un hangar en León podrían hacerlo por sólo un millón. Una granizada millonaria El responsable de Lagun Air relata un ejemplo de los graves perjuicios que les causa la falta de hangar: «En julio pasado estaba prevista una tormenta de granizo, pero al no tener un hangar donde refugiar los aviones, varios sufrieron daños y hubo que cambiar cuatro alas que costaron casi un millón de euros». Canedo desmiente además que mantengan una deuda con Aena de 150.000 euros por las sobretasas por aterrizar fuera de horario, y matiza que este dinero se ha pagado, aunque lo consideran un cobro irregular y lo han recurrido. Según sus datos, en sus 15 meses de funcionamiento Aena ha facturado a Lagun Air 995.594,77 euros, de los que se han abonado 885.866,80, con lo que están pendientes otros 69.727,97 euros más las tasas de diciembre, que aún no se les han facturado. «Me pregunto dónde se ha invertido todo ese dinero, porque es evidente que en el Aeropuerto de León no», concluye.