La sequía y las heladas desencadenan el invierno más duro de León desde los 80

«Sólo la entrada de una borrasca eliminaría el anticiclón de las Azores, que ha congelando la densa niebla por estabilizarse demasiado tiempo» JOSÉ LUIS SÁNCHEZ, catedrático de Física Aplicada en la Universidad de León El actual invierno va camino de convertirse, si no lo es ya, en el tercero más duro de los últimos veinte años, una nueva aseveración en torno a las condiciones climatológicas de la provincia sobradamente argumentada por el Observatorio Meteorológico de León: ayer se registraron en la capital 8,6 grados bajo cero -sólo doce grados más que en la estación científica del Polo Sur-, lo que supone la tercera temperatura más baja de León en el último decenio; todo el mes de enero ha transcurrido con heladas y 23 de los 31 días de diciembre, también; las precipitaciones han sido tan escasas que sólo tienen un precedente en los años 80 y ha habido una media de tres horas de sol durante las últimas jornadas. Aunque descorazonador, en el departamento de Física Aplicada de la Universidad sostienen que se trata del invierno leonés de siempre, aunque con el matiz de que desde hace días el anticiclón de las Azores se ha estabilizado sobre ciertos territorios de la península, provocando una densa niebla que al congelarse por las bajas temperaturas ha desencadenado la cencellada que convirtió a León en un paisaje gélido, casi de cuento. En cuanto a la mínima temperatura registrada, la de ayer no fue histórica, ni mucho menos. El 16 de diciembre del 2001 hubo -9,4 grados centígrados y -10 grados, el 5 de enero de 1997. Incluso el día 27 de diciembre pasado se registraron ocho grados bajo cero. Una tendencia invertida Lo inusual de lo que ha ocurrido en la provincia durante las últimas semanas es la persistencia de las heladas. De los últimos 60 días, en 49 el mercurio ha bajado de los cero grados. Esta cifra rompe la tendencia de los últimos dos decenios, puesto que los días de heladas se habían ido reduciendo desde que en los años 80 pasaran de una media de 85 al año a los 65, por lo que tendría que transcurrir un mes de febrero insólito para invertir esta propensión. Otra de las variables que han recrudecido el invierno es la escasez de las precipitaciones, que han sido prácticamente nulas desde la descarga de agua y granizo que se concentró en unos pocos días del otoño con efectos debastadores para el campo y para las viviendas. El rocío y la nieve han logrado elevar durante los últimos días el agua embalsada en los pantanos, que están llenos en un 51,5% de su capacidad total, muy por debajo del 70% de ocupación que tenían en la misma fecha del año pasado. No es anormal por ser aislado El catedrático que dirige el departamento de Física Aplicada de la Universidad de León, José Luis Sánchez, no considera que se estén produciendo situaciones «anormales» respecto al comportamiento de los fenómenos meteorológicos en León puesto que, aunque se radicalicen, lo están haciendo de forma aislada. «Todo esto me recuerda a lo que ocurrió en el año 2000, con la fiebre de los frigolitos . Que no le extrañe a nadie si vuelve a darse aquella situación porque las condiciones de hoy son las mismas que entonces», indicó el académico. Sólo una borrasca que modere la temperatura atmosférica disolverá el anticiclón que se ha asentado, especialmente, sobre las cuencas fluviales del norte peninsular, donde el Instituto Nacional de Meteorología tiene activados los avisos.