EN EL BAJO DE LA CALLE SAUCE
«Cuando entré en el local todo era negro»
«Cuando entré en el local había mucho humo, estaba todo negro y no se veía nada». Así narra la escena que se encontró Roberto, uno de los vecinos del inmueble de la calle Sauce en cuyo bajo se produjo una explosión que costó la vida a siete trabajadores en Burgos, cuando entró en el lugar del accidente junto al encargado de la obra. Ambos fueron las dos primeras personas en atender a los heridos. Este vecino del cuarto piso narró que se enteró del accidente por la inquilina del primer piso quien, tras abrir la ventana, empezó a gritar que había mucho humo y fuego. Tras este aviso, bajó al local e intentó apagar las llamas con un extintor para realizar después un masaje cardíaco a dos de los heridos que se encontró en el suelo. Esta ayuda pudo realizarla porque había hecho un cursillo de primeros auxilios, comentó. Auxilio entre lágrimas Tras los primeros momentos de encontrarse ellos dos solos en el sótano empezaron a bajar más vecinos a ayudar para apagar las llamas y atender a los heridos. «A la derecha del local había llamas porque había algo de madera, pero el fuego no era muy grande», declaró Roberto. Éste añadió entre lágrimas que todo el mundo ha sido «muy solidario» y ayudó a sacar a los primeros operarios del local antes de la llegada de los bomberos y los servicios sanitarios. «No oí ninguna explosión» Este vecino, que no dudó en ningún momento acudir en ayuda de los trabajadores, tuvo que ser atendido posteriormente en el hospital puesto que, al entrar en el sótano, inhaló algunos de los humos tóxicos que se produjeron tras el incendio. «No oí ninguna explosión», añadió este conductor de autobuses. «Tengo a esas dos personas que no me las quito de la cabeza. Ha sido de pena», lamentó este burgalés que ayudó en el auxilio.