Marraquech jaleó a los Reyes

Mohamed VI no ahorró boato y fastuosidad para recibir a los Reyes en su segunda visita oficial al país magrebí. La familia real alauí en pleno recibió a don Juan Carlos y doña Sofía en Marraquech y miles de ciudadanos se echaron a la calle para dar la bienvenida a los monarcas españoles. La ciudad imperial, cuna de las dinastías de los almorávides y de los almohades, se cubrió con sus mejores galas. Las principales avenidas y plazas fueron cuidadosamente engalanadas con banderas españolas y marroquíes, mientras que grandes paneles electrónicos con la foto de ambos monarcas fueron situados en los lugares más estratégicos. La población no permaneció pasiva ante el evento real. Todo lo contrario: decenas de miles de personas, en su mayoría de origen social humilde, abarrotaron las calles de la ciudad ocre para aclamar a los monarcas. Niños y ancianos, mujeres y hombres humildes y vestidos con chilabas, grupos folclóricos con coros y danzas beréberes y las cofradías religiosas representantes del Islam vitorearon a los Reyes a lo largo de su recorrido hasta el Palacio Real, en el que fueron escoltados por un escuadrón de la Guardia Real marroquí. El entusiasmo popular no fue en todos los casos espontáneo, sino en gran medida creado por las autoridades, que sí quisieron rendir los máximos honores a la visita real. Así decenas de autobuses trasportaron hasta las inmediaciones del recorrido oficial a centenares de ciudadanos, a los que entregaron banderas españolas y marroquíes y pancartas con eslóganes a favor del buen entendimiento hispano-marroquí, que muchos agitaban sin demasiada convicción. Sólo los niños parecían divertirse con la novedad de la visita. Una exposición en común En la primera jornada de su visita al país alaui, los Reyes inauguraron en Marraquech la exposición Marruecos y España, una historia común , que reúne unas 30 piezas que permiten acercar al visitante a los apasionantes periodos históricos del Califato Omeya, los reinos de Taifas y Nazaríes y las dinastías magrebíes de los Almorávides, Almohades y Meriníes. El Teatro Real de Marraquech acoge la muestra, organizada por la consejería de Cultura de la Junta de Andalucía a través de la Fundación El Legado Andalusí y con el apoyo de los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Cultura, además de otros organismos públicos. El evento tendrá lugar en la ciudad ocre hasta el próximo 1 de marzo. La exposición, que estará abierta hasta el próximo 1 de marzo, refleja la hermandad hispanomarroquí, destaca las mutuas aportaciones de la cultura de Al-Andalus y el Magreb a la formación social, cultural e histórica de España y pone de relieve las corrientes humanas, artísticas y comerciales que se forjaron durante siglos entre el norte y el sur del Mediterráneo. Ciudades como Fez, Tetuán Chechaouen o Rabat son la consecuencia directa de este mestizaje cultural, de los múltiples contactos humanos y de los choques, a veces, de la historia.