El Rey pide más diálogo para dar una solución «definitiva» al Sáhara

El conflicto del Sáhara occidental, que opone desde hace tres décadas al Frente Polisario con Marruecos, estuvo presente en el discurso institucional del Rey, en el que abogó por el acercamiento de posiciones «para conseguir una solución consensuada, justa y definitiva, negociada por todas las partes concernidas en el marco de la legalidad internacional y de los esfuerzos de las Naciones Unidas». Las palabras del monarca fueron calurosamente aplaudidas por los diputados y senadores marroquíes, que nunca habían visto al máximo representante del Estado en la tribuna de su Parlamento. El conflicto saharaui se encuentra estancado desde que Rabat rechazó el segundo plan de paz presentado por James Baker, el ex enviado especial de Kofi Annan en el Sáhara occidental, por considerar que ponía en tela de juicio la soberanía marroquí sobre el territorio. Marruecos sólo se muestra dispuesto a conceder una amplia autonomía bajo su control, aunque quiere negociar políticamente con las partes enfrentadas una solución al contencioso, pero rechaza abiertamente cualquier fórmula que contemple la autodeterminación de la población saharaui. Por su parte, el Polisario acepta la fórmula autonómica de la ONU, pero sin renunciar a la autodeterminación y la creación de un Estado saharaui independiente. En este contexto, el actual Gobierno español defiende una política de neutralidad activa que explicita en su voluntad de desempeñar una función de intermediario entre las partes en liza, en el marco de Naciones Unidas. Así las cosas, la visita real a Marruecos no ha caído en saco roto en las filas de los independentistas saharauis. Su máximo líder y presidente de la República Áraba Saharaui Democrática, Mohamed Abdelaziz, en una carta enviada al don Juan Carlos que se hizo pública ayer, pide al monarca que España utilice su influencia para obligar a Rabat a cambiar de posición con respecto al conflicto, y se pronuncia a favor de un referéndum de autodeterminación.