ETA presiona en el debate sobre la tregua con un potente coche bomba

ETA irrumpió ayer con un coche bomba cargado con 40 kilos de explosivo en el debate político abierto en torno a la apertura de un proceso de paz en el País Vasco. La respuesta de la organización terrorista al emplazamiento de Zapatero para que la banda abandone la violencia como condición previa para abordar la solución del conflicto no fue otra que un nuevo atentado que provocó heridas leves a una agente de la Ertzaintza e importantes daños materiales en una zona especialmente castigada por la banda como es el barrio de Las Arenas, en Guecho (Vizcaya), donde residen importantes empresarios vascos, y en el que ETA ha hecho estallar otros cuatro coches desde el fin de la tregua. La explosión del coche bomba se produjo sólo quince minutos después de la llamada de aviso y en una calle diferente de la anunciada por los terroristas. El estallido, «muy potente, importante y grave», según el consejero vasco de Interior, Javier Balza, provocó daños en el rostro y la cabeza a la agente, que participaba en el dispositivo de seguridad. Fue trasladada por sus propios compañeros, «consciente y orientada», al servicio de urgencias del Hospital de Cruces, en Baracaldo, donde quedó ingresada en observación, con pronóstico reservado, pero fuera de peligro. En opinión de Balza, el atentado «estaba preparado para causar víctimas». El consejero vasco basó esta afirmación en «el error, entre comillas, en la localización del coche» y en el hecho de que «hubo un escaso cuarto de hora desde que la Ertzaintza recibió el aviso hasta explosionó el vehículo». Fuentes de la lucha antiterrorista aseguraron barajar dos hipótesis de trabajo. Por un lado, que el núcleo duro de ETA haya zanjado el debate abierto sobre la conveniencia de una tregua con un atentado de im-portantes magnitudes. Por otro, no descartan que esta acción terrorista sea el preludio de la declaración de una tregua. A este respecto, esas fuentes recuerdan que en procesos como el irlandés, antes de anunciar la tregua, el IRA cometió un atentado de importantes consecuencias. El último atentado de la banda ha reforzado en La Moncloa la idea de que es necesario rebajar el optimismo mostrado en los últimos días y dar paso a otro escenario más sosegado, en el que haya puestas menos expectativas. El ministro del Interior, José Antonio Alonso, fue el encargado de expresar la más enérgica condena del Gobierno y de asegurar que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado mantendrán «la máxima alerta frente a ETA». Sevilla pide prudencia El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, hizo un llamamiento público a la prudencia ante la creciente hipótesis que apunta a que en los próximos días la banda terrorista declarará una tregua o podría anunciar el abandono definitivo de las armas. Sevilla prefirió no referirse a esa eventualidad para no dar alas a falsas esperanzas, aunque aseguró que de producirse esa situación el Ejecutivo ya ha previsto sus posibles actuaciones. Sevilla reconoció que «nunca vimos tan cerca» el final del terrorismo etarra y que en los últimos tiempos el Gobierno ha abierto «una ventana a la esperanza» y se agarra a «cualquier clavo ardiendo» para acabar con ETA.