Rajoy pide que se mantenga la estrategia antiterrorista de Aznar

Mariano Rajoy defendió ayer el mantenimiento de la actual política antiterrorista, que emana del pacto suscrito durante la última legislatura de Aznar y que asienta la lucha contra ETA en tres ejes: la persecución policial, las reformas legales oportunas y la cooperación internacional. El presidente del PP sostiene que mientras la banda no deje las armas y haga público su compromiso de no volver a matar el escenario es el mismo que en las últimas tres décadas, y en él no cabe negociación alguna. La posibilidad de que ETA declare una tregua y que ese hecho permita abrir un cauce de diálogo con la organización terrorista fue uno de los temas abordados en la reunión que mantuvieron el pasado viernes en La Moncloa el presidente del Gobierno y el líder de la oposición. Rajoy se limitó ayer a confirmar este punto, pero rehusó dar más detalles. «Hay mucho rumor, pero lógicamente yo no tengo los datos que pueda tener el Gobierno sobre este asunto ni sé lo que piensa ETA», arguyó. Y reclamó el fin de las «elucubraciones» porque, en realidad, nadie sabe cuáles son los planes de ETA. Las declaraciones realizadas el miércoles por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre la conve-niencia de aprovechar cualquier oportunidad de acabar con la violencia fueron argumento para la mayoría de fuerzas políticas. En Pontevedra, el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, afirmó que al-gunos debían «haber aprendido ya» que la defensa de la libertad y de la democracia «no admite grados intermedios ni diálogos con fascistas». «Y si hoy mucha gente habla del fin de ETA, si la sociedad española especula con esa posibilidad, sea más o menos real, que a nadie le que-pa duda que es porque ha ha-bido un Gobierno que durante ocho años ha tenido claridad de ideas, y una gran perseverancia en la lucha contra terrorismo», sentenció. Bono siente repugnancia Desde el Gobierno, el ministro de Defensa, José Bono, afirmó que la «única posibilidad» de negociar con ETA llegará cuando haya abandonado las armas y sus miembros se siente a negociar «con los brazos en alto» y no «con las manos escondidas». «Lo primero que siento cuando escucho a ETA hablar de paz es repugnancia porque, a veces, podría dar la impresión de que cuando hablan de un determinado modo dejan de ser lo que son y lo que son es asesinos», afirmó. Por su parte, el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, destacó los «guiños amorosos, carantoñas y arrumacos» que, a su juicio, se están haciendo en los últimos tiempos Batasuna y el PSOE y agregó que, por sus declaraciones, el secretario general del PSE, Patxi López, «parece que tiene la intención de legalizar a Batasuna y de ilegalizar» al PNV.