De la Vega se muestra dispuesta a hablar con la banda si da «pasos claros» hacia la paz
El Gobierno admite contactos indirectos con el entorno de ETA
Zapatero quiere integrar a Batasuna en el proceso para no depender de Ibarretxe
El Gobierno optó ayer por la prudencia en torno a sus contactos con ETA en busca de un desarme definitivo. La vicepresidenta del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, insistió en el eufemismo acuñado por el presidente Zapa-tero y admitió que se ha abierto un proceso con la «esperanza» de que callen las armas y que el Gobierno «está trabajando por la esperanza de labrar la paz». No obstante, aseguró que en este momento no hay ninguna «interlocución abierta» con los terroristas, aunque otros miembros del Ejecutivo reconocen que existen contactos de personas ajenas al equipo gubernamental con el entorno de Batasuna. La número dos del Ejecutivo dio otra pista más sobre el modo en el que Zapatero afronta este proceso al asegurar que el Gobierno utilizará, no sólo «todos los instrumentos» a su disposición para buscar la paz, sino también «la inteligencia». El Gobierno quiere evitar que el acoso mediático y el cruce continuo de declaraciones sobre esta cuestión arruinen el proceso de paz antes incluso de su nacimiento. De la Vega se mostró abiertamente partidaria de entablar un diálogo directo con la banda terrorista «si cambian los escenarios», lo que para el Gobierno significa que ETA dé «pasos claros» hacia el abandono de la violencia, es decir, aporte pruebas de su voluntad de desarme. Para no dar lugar a falsas esperanzas, la vicepresidenta explicó que en este momento ni siquiera existe un «escenario para escuchar» y no lo habrá hasta que «no se produzca el silencio de las armas y las bombas». Papel de Batasuna Respecto a la posibilidad de que Batasuna pueda participar en las eleciones autonómicas vascas, De la Vega explicó que para ello es indispensable «una condena clara y explícita de la violencia». Lo cierto es que cada vez son más en el PSOE y en el Gobierno quienes estiman que Batasuna puede acabar jugando un papel fundamental en el proceso de paz. La estrategia gubernamental pasa por integrar a Batasuna en el diálogo político cuando la banda terrorista declare una tregua definitiva, evitando así la intermediación del PNV para llegar al mundo aberzale. Esa interlocución directa debilitaría la posición del lendakari, Juan José Ibarretxe, permitiría al Ejecutivo de Madrid soslayar sus presiones políticas y sería además la puntilla al plan que lleva su nombre. «El Gobierno «está trabajando por la esperanza de labrar la paz» M. T. FERNÁNDEZ DE LA VEGA Vicepresidenta primera