El PP pide a Zapatero que negocie con Rabat una disculpa a Aznar
El PP exigió ayer al Gobierno que pida a Marruecos una disculpa oficial por las declaraciones de Mohamed VI la pasada semana, en víspera de la visita de los Reyes, en las que atacaba al anterior Ejecutivo y tildaba al ex presidente José María Aznar de «franquista». El portavoz popular de Exteriores, Gustavo de Arísteguí, anunció este domingo una campaña de su partido -una vez terminado el viaje oficial de los monarcas y sin posibilidades de «interferir» la visita de la Corona- para lograr que el Gobierno socialista presione a las autoridades de Rabat a fin de obtener una «excusa» convincente. El PP, que adelantó que pedirá que Miguel Ángel Moratinos comparezca en el Congreso para explicar sus gestiones frente al país vecino, aseguró que las palabras del rey marroquí, son «incompatibles con las buenas relaciones entre países vecinos». Arístegui insistió que en que el monarca aluí «tomó parte claramente» a favor de los socialistas cuando «Marruecos debe ser amigo de España y no del PSOE». «El PSOE no puede monopolizar las relaciones con Marruecos», denunció. Para el dirigente popular, las declaraciones de Mohamed VI fueron un «insulto gratuito», no sólo a Aznar o a su Gabinete, sino a la «democracia española». «Este tipo de insultos no pueden salir gratis», advirtió el ex diplomático, poco antes de alertar de que las descalificaciones del rey -aún no retiradas- supondrán una «nube en el horizonte» en las relaciones bilaterales si el PP recupera el poder. Críticas por el 11-M La prensa oficial marroquí criticó ayer las «insinuaciones» contra Marruecos tras los atentados del 11 de marzo en Madrid, con las que -en su opinión- un sector de la prensa española intenta crear un «clima de sospecha» entre los dos países vecinos. En un artículo de opinión difundido por la agencia oficial MAP, Abdelkrim El Mouss afirma que existe un lobby con un «brazo mediático», que intenta obstaculizar el acercamiento entre España y Marruecos. Este sector «lucha contra cualquier acercamiento entre nuestros dos países vecinos», con la intención de generar un «clima de sospecha, un ambiente de desconfianza y por qué no una atmósfera de tensión».