«No es el fin de un plan sino un nuevo comienzo para Euskadi»

El presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, empezó señalando que se oponía al plan Ibarretxe «como demócrata y como presidente porque no es de todos ni para todos». El titular del Ejecutivo criticó al presidente vasco por hablar en nombre de todos los vascos y le recordó que el Congreso es la sede de la soberanía popular de España. «Ninguno de nosotros por si solo habla en nombre de todo el pueblo. Sólo la suma coral representa todas las voces de los ciudadanos», subrayó. Para Zapatero, «si vivimos juntos, juntos debemos decidir», Zapatero recordó que el plan se gestó hace cuatro años en unas circunstancias muy diferentes. «Todos hemos cambiado desde entonces -dijo-. Espero que no sea usted señor Ibarretxe el único que no cambie porque cuando uno se niega a cambiar ante lo evidente lo que ocurre es que los ciudadanos le obligan a cambiar». A lo largo de toda su intervención utilizó la ley como argumento para rechazar el proyecto soberanista vasco, se mostró dispuesto a ampliar el autogobierno y pidió al lendakari que no exigiese el derecho a la autodeterminación mirando hacia el pasado y le recordó que «demasiada gente ha arruinado el presente en nombre de generaciones pasadas».