El plan como programa

Ibarretxe abrió de hecho la campaña electoral en el Congreso, ya que sus mensajes estaban destinados al electorado vasco. Su programa será el plan que lleva su nombre, con lo que convertirá las elecciones en un plebiscito. Jugará la tradicional baza nacionalista, el victimismo, y lo que califica de «portazo» de Madrid a un plan aprobado por el Parlamento de Vitoria, a quien considera depositario de la soberanía vasca. La coalición PNV-EA intentará hacerse con los votos de Batasuna.