El proceso podría afectar a casi ocho mil inmigrantes en toda Castilla y León
«Desde el 17 de noviembre hay 26 personas que se dedican a trabajar de lleno para este asunto» ISIDRO ESCUDERO, jefe de la Unidad de Extranjería No hay cifras oficiales, aunque las estimaciones que realizan sindicatos y organizaciones no gubernamentales apuntan a que el proceso de regularización de trabajadores inmigrantes que se inicia en toda España el próximo día 7 de febrero afectará a entre 5.000 y 8.000 personas en el conjunto de la comunidad. León y Valladolid, seguidas por Segovia y Burgos, podrían ser las provincias que registrasen un mayor número de solicitudes de regularización, dadas sus propias circunstancias económicas y geográficas, así como los datos sobre población extranjera que se manejan. Sin embargo, «no lo sabremos con exactitud hasta que no se presenten todas las solicitudes», puesto que de lo que se trata precisamente es de regularizar la situación de un buen número de inmigrantes que actualmente viven y trabajan en Castilla y León, según explicó ayer el delegado del Gobierno en la comunidad, Miguel Alejo. Para ello, el responsable de la Administración central garantizó que existirá el mayor grado de consenso posible con los agentes sociales, que en la mayoría de los casos prestarán un servicio de asistencia y asesoramiento básico para la población inmigante en situación de irregularidad. «No se trata sólo de un proceso administrativo, sino de acuerdo y de consenso», afirmó Alejo, quien ayer se reunió en Valladolid los responsables de los sindicatos CC.OO. y UGT para abordar aspectos técnicos del proceso que está a punto de abrirse en la comunidad. Una población necesaria En su opinión, en Castilla y León es muy necesaria la regularización de inmigrantes, dados sus bajos índices de población. En este mismo sentido, la secretaria regional de Inmigración de CC.OO., Ana María Vallejo, aseguró ayer que en Castilla y León es necesaria «una afluencia importante de población inmigrante», que podría cifrarse en unas 200.000 personas, y que esta necesidad es aún más acuciante en el medio rural, donde los problemas demográficos son cada vez más graves. Además de la agricultura y la ganadería, los sectores que más demandan trabajadores inmigrantes son la construcción, el servicio doméstico y la hostelería. No obstante, la responsable de Inmigración de CC.OO. afirmó que para hacer frente a un hipotético aumento de la población gracias a la llegada de inmigrantes sería necesario que antes se pusieran «las infraestructuras y los medios necesarios para que esa población se asiente».