Fungairiño denuncia a Garzón por revelar secretos en su libro

«Creo que he batido algún récord; antes de que el libro se publique ya estoy denunciado». En plena rueda de prensa de presentación de su libro de reflexiones 'Un mundo sin miedo', Baltasar Garzón asumió con un deje irónico la denuncia interpuesta contra él por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño. Le acusa de quebrantar el secreto sumarial en un pasaje en el que el magistrado pone en duda los propósitos criminales que la Fiscalía atribuye a ETA en tres atentados utilizados por el Gobierno como antecedentes que permitieron atribuir la masacre del 11-M a esta banda terrorista. Garzón tildó el episodio de «demencial». No ha habido, recalcó el instructor, revelación alguna de secretos sumariales, sino meras reflexiones al hilo de su experiencia profesional en la lucha contra el terrorismo de todo signo. Es «un absoluto despropósito, sobre todo sin haber leído el libro», que este jueves aún no había llegado a las librerías. Ahora, habrá que ver «qué recorrido tiene esa denuncia y quién está detrás». «A lo mejor nos sorprendemos», advirtió sin más precisiones ante decenas de periodistas. El magistrado, en todo caso, adelantó su intención de tomar las medidas legales procedentes. «Lo que no voy a hacer es callarme», sentenció. Horas antes, el máximo responsable del Ministerio Público en la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, anunciaba la remisión de un escrito de queja al presidente de la Sala de lo Penal del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, en el que denuncia que Garzón habría desvelado algunos extremos de investigaciones judiciales sobre comandos de ETA sobre los que aún impera el secreto del sumario. «Un juez no puede verter opiniones sobre asuntos que están 'sub iudice', como es el caso de los dos atentados fallidos que se refieren en su polémico libro», criticó Fungairiño. «El juez instruye y debe permanecer callado», recordó el fiscal a Garzón, de quien insistió en decir que ha podido incurrir en un delito de «revelación de secretos». «Nosotros no podemos permanecer callados ante una revelación de este tipo», apostilló el jefe del Ministerio Público de la Audiencia Nacional. Su superior, Conde-Pumpido, guardó silencio.