La ausencia de una oficina en el Bierzo ahuyenta a los empresarios

«Nos lo ponen muy dificil, está gente se queda en el olvido», lamentaba ayer la presidenta de la Asociación de Latinoamericanos del Bierzo (Asolabier), la colombiana Guadalupe Suárez, para quejarse de la falta de previsión de la administración, que no ha habilitado ninguna oficina en la comarca donde los empresarios puedan regularizar la situación de sus trabajadores «sin papeles». Y no será porque Asolabier no la haya reclamado con tiempo. «En septiembre le planteamos a la Subdelegación que pusieran una ventanilla única y nos dijeron que eso era cosa del Ayuntamiento. La hay, pero no regularizan», explicaba. En esta situación, no son pocos los empresarios que deciden no contratar al inmigrante si además de encargarse de los trámites de regularización, tienen que desplazarse cien kilómetros. «Hay empresarios de la construcción que nos dicen que a León no van, porque pierden dos días y nadie se los paga», lamenta Guadalupe Suárez en el salón de su casa y mientras recibe a un matrimonio de ecuatorianos sin empleo. La asociación se plantea ahora una recogida de firmas para protestar. Los sindicatos CC.OO y UGT y Cáritas llevan tiempo asesorando a los inmigrantes asentados en el Bierzo y son los primeros en lamentar los obstáculos que encuentran para legalizar su situación. «Cuando éramos nosotros los que les llevabámos los papeles al ministerio, yo me encarga de veinte casos a la semana, ahora esa cifra se ha reducido al 50 por ciento», manifestaba la responsable del programa asesor de Cáritas, Inés Caramés.