Detenidos dos presuntos etarras por los atentados de Guecho y Denia

Angel Alcalde Linares, detenido ayer cerca de la Audiencia Nacional en el marco de la operación llevada a cabo esta semana contra la estructura de captación de ETA, es un viejo conocido de la Justicia española y francesa y fue diputado electo de HB en el Congreso en sustitución del asesinado Josu Muguruza. Nacido en Portugalete (Vizcaya) en 1943, Alcalde ingresó en prisión en 1988 acusado de colaboración con banda armada, después de que se hallaran documentos supuestamente manuscritos por él con el seudónimo Korta en poder del dirigente etarra Santiago Arrospide Sarasola, Santi Potros , detenido el año anterior. El fiscal solicitó ocho años de cárcel y el juicio quedó fijado para el 13 de febrero de 1990. Tras el asesinato en Madrid el 20 de noviembre de 1989 de Josu Muguruza, diputado electo de HB, Alcalde fue elegido por la coalición abertzale como su sustituto. El 1 de diciembre de 1989 el Supremo decretó su libertad provisional y salió de prisión en virtud de su nueva condición de parlamentario, pero el mismo tribunal pidió un suplicatorio al Congreso para juzgarlo y el pleno de la Cámara lo aprobó el 12 de diciembre. Al día siguiente se ordenó su detención e ingreso en prisión incondicional, pero cuando la Policía acudió a su domicilio ya había huido. Comenzó entonces su vida de prófugo. La Guardia Civil investiga si los presuntos etarras detenidos el viernes, uno en Basauri (Vizcaya) y otro en Campello (Alicante), guardan relación con dos de los tres últimos atentados de la banda terrorista: el coche bomba que estalló el 18 de enero pasado en Getxo (Vizcaya) y el artefacto que explotó doce días después en un hotel de Denia (Alicante). La operación, que continúa abierta y en la no se descartan nuevas detenciones, deriva del nombre de Ieltxu López de Aberasturi, un alavés de 25 años cuya identidad constaba entre la documentación que fue requisada a ETA en las últimas operaciones contra su dirección política y logística y contra sus «taldes» de reserva en el sur de Francia. La redada no tiene nada que ver con la desarrollada esta semana por la Policía Nacional y el juez Baltasar Garzón, que ha permitido detener a 17 presuntos miembros de los aparatos de captación, información y apoyo a los comandos operativos, el último anoche en Vizcaya. La última detención de la Policía Nacional se produjo este sábado, en las inmediaciones de la Audiencia Nacional, cuando agentes de paisano del servicio de Información arrestaron al ex parlamentario de HB Ángel Alcalde, que estaba en la zona con familiares y amigos de los detenidos a los que interroga Garzón. Los agentes buscaban a Alcalde por su presunta integración en el aparato de captación de ETA. No obstante, con los tres detenidos en las últimas horas son ya 18 los presuntos terroristas capturados desde el martes pasado. Apoyo e información López de Aberasturi, que reside de forma habitual en Vitoria, fue arrestado el viernes, sobre las 23.50 horas, en una zona de chalés de Campello, población costera muy próxima a Alicante. Según fuentes consultadas, podría encontrarse desde hace unos días en la zona, de vacaciones y acompañado por algún familiar. Fuentes del Ministerio del Interior apuntan a que este vitoriano puede ser un colaborador de ETA, para cuyos comandos desarrollaría labores de apoyo y recopilación de información para cometer atentados. No obstante, los investigadores, que han registrado sus domicilios, tratan de averiguar también si el detenido participó en el atentado con bomba ejecutado el pasado 30 de enero en el hotel Port Dénia, en el que los terroristas obligaron a desalojar a 160 personas, volaron con una bomba parte del inmueble y causaron heridas a un turista. Un «liberado» Las vigilancias e investigaciones realizadas sobre López de Aberasturi condujeron al segundo detenido, el pamplonés de 31 años Javier Pérez Aldenate, al que Interior considera un presunto «liberado» de ETA -a sueldo de la organización-, integrado en un comando, posiblemente en el Vizcaya, que podría haber sido reconstituido en los últimos meses. Pérez Aldenate, que fue arrestado por la Guardia Civil el viernes, sobre 21.45 horas, en la localidad vizcaína de Basauri, ya fue detenido en 1997, acusado de labores de apoyo a la banda terrorista. Su identidad ha tardado varias horas en conocerse porque cuando fue arrestado portaba un DNI falso, lo que obligó a identificarle mediante el estudio de sus huellas dactilares. El servicio de Información de la Guardia Civil tiene la sospecha de que Pérez Aldenate puede ser uno de los terroristas del comando que el pasado 18 de enero aparcó e hizo estallar un coche cargado de 40 kilos de explosivo en la calle Ondategi del barrio getxotarra de Las Arenas. Varios desconocidos atacaron en la madrugada del sábado con artefactos explosivos las sedes del PSE y UGT en Baracaldo así como un edificio del ministerio de Sanidad en San Sebastián. Los ataques produjeron escaños daños materiales. El acto de violencia callejera más importante tuvo lugar poco antes de la media noche en la localidad vizcaína de Baracaldo donde personas sin identificar arrojaron 4 cócteles molotov contra la sede que comparten el PSE y la UGT. El ataque, el quinto en un año, provocó el ennegrecimiento de la fachada y dañó dos persianas. Los violentos arrojaron también pintura contra las sedes socialistas en Bermeo (Vizcaya) y varios artefactos incendiarios contra un edificio propiedad del ministerio de Sanidad en San Sebastián que afectaron a la puerta de entrada. El secretario general del PSE en Vizcaya, José Antonio Pastor consideró que los ataques son un «mensaje» a su partido para intentar «amedrentar» a su grupo. Pastor aclaró que el PSE sólo entiende «el mensaje de la paz y la democracia» y apuntó que estos atentados «son una oportunidad» para que Batasuna «ponga sobre la mesa con hechos lo que ha dicho con palabras». «Si realmente quieren jugar en democracia tienen una oportunidad de oro para condenar estos atentados, para que sean creíbles en esta sociedad».