En libertad el argelino que recibió nueve llamadas de los terroristas antes del 11-M

El juez Juan del Olmo dejó ayer en libertad bajo fianza de 6.000 euros a Nasreddine Bousbaa, un argelino imputado como colaborador del comando que ejecutó los atentados del 11-M. El magistrado de la Audiencia Nacional aceptó la petición de libertad de la fiscal del caso, aunque impuso al argelino alguna medidas cautelares, como la presentación periódica en el juzgado cada quince días y la entrega de su pasaporte para evitar que abandone el país. Nasreddine Bousbaa fue detenido por agentes del Cuerpo Nacional de Policía el 1 de julio en Madrid y el juez Del Olmo le envió a prisión al día siguiente por colaboración con banda terrorista en relación con un delito de falsificación de documento oficial. Bousbaa estaba relacionado antes de los atentados con varios miembros del comando del 11-M y especialmente con uno de sus jefes, Jamal Ahmidan, El Chino , al que proporcionó el pasaporte belga falso que él y otros terroristas utilizaron para cometer la masacre. Pasaportes falsos Los datos que maneja el instructor indican que también pudo facilitar otros pasaportes falsos, de los que se hallaron en los registros de las viviendas de los implicados. Desde enero y hasta el 10 de marzo de 2004 habló con frecuencia con cinco de los teléfonos de los refugiados en la casa de Morata de Tajuña, donde el comando confeccionó las mochilas-bomba días antes de la masacre. En los días 7, 8, 9 y 10 de marzo tres de los terroristas le llamaron a su teléfono en nueve ocasiones. Tras el 11-M no volvieron a hacerlo ni él se puso en contacto con ellos.